FUEGO INFERNAL © [LIBRO 1]

CAPITULO 3

(") ponen la música.

Oscuridad

Alessandra Vitali

— ¿Con quien nos dijiste que trabajabas?

Re mierda por dos.

Les sonreí y negué — Es para un cliente anónimo pero les aseguro que no es algo ilegal, trabajamos para ayudar a este tipo de asociaciones.

— Perfecto, deja te escribo el numero de cuenta.

Miro a los hermano Mendevil y la verdad no los distingo, fue tan rápido que ni siquiera puedo procesar lo de hace unos minutos.

¿Armas AVA?

*INICIA FLASHBACK*

— Señorita no puede estar aquí.

Me paro en seco y los ojos se me abren.

Mierda.

Miro al mozo y sonrío — Mi dispiace non essere riuscito a trovare il bagno. (Lo lamento, no encontraba el baño).

— Disculpeme a mi, no la entiendo.

— Baño — intente sonreír apenada.

— Es más al fondo — me hace una seña media rara la cual sonrío para crear una estúpida empatía.

— Grazie (Gracias).

Caminé un poco más pero hacía la puerta, intente pero lo único que escuche fue...

— Tenemos que destruir a los italianos...

Sentí la presión en mi pecho, se recorrió el enojo pero no lo deje aparecer.

Caminé hacía el baño, aún sentía la mirada del mozo.

Tendré que descubrir lo que pasa con esas armas.

*FIN DEL FLASHBACK*

Me da el número que está anotado sobre el papel y lo guardo en mi cartera.

— Muchas Gracias, apreció el estar aquí con ustedes.

— Jamás te habíamos visto Aliska...

— ¿James verdad? — me pregunta el otro hermano gemelo con oscuridad en su mirada.

— Asi es, Aliska James, por lo regular no suelo venir yo...

— ¿Eres italiana verdad?

— ¿Por que tanta pregunta hermanos Mendevil?

— Curiosidad.

Sonreí y me senté en uno de los sillones de piel.

— La curiosidad mato al gato... he escuchado.

Sueltan una risa a unísono.

— Nos gustaría verte más seguido, créeme que has impactado en muchos.

— Me gusta impactar.

— Eres muy bella Aliska. — me dice el tal Michael.

— Gracias — observó mi celular y veo la hora, es tarde y si no llego antes de media noche las cosas no saldrán bien. — Me tengo que ir.

Me levantó y ellos se acercan a la puerta.

— Mi hermano Michael y yo Marcos estamos agradecidos con tu aportación y nos gustaría verte más seguido señorita James.