Sanando nuestras culpas, segunda parte.

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los usa para escribir esta historia sin fines de lucro. Las imágenes no me pertenecen y los créditos son para quienes corresponde.

—¡Eres una artista!—Hinata se sonrojó con el cumplido de Madara. La apuesta familia Uchiha, había llegado a Konoha con la intención de asistir a la próxima fiesta de cumpleaños de los gemelos. Arreglaron todos sus pendientes y de ese modo podrían pasar unos días con sus familiares. Desde el día que los conocieron quedaron encantados con los tres y a esas alturas consideraban a la ex Hyuga como de su propia sangre.

Hinata y sus hijos llevaban cuatro años viviendo con los padres de Itachi. La reconstrucción de su hogar había estado llevando más tiempo del que ella creía. Entre los permisos, algunas fugas de gas y obstáculos que ni siquiera entendía, su hogar todavía no era habitable. Luego intentó alquilar otro sitio, puesto que ya no pretendía incomodar a los Uchihas, pero cuando les dio la noticia, ellos se pusieron muy tristes, ademas, Sasuke se había mudado a Tokio por petición de Madara. Él era el único que los podía ayudar a capacitar los trabajadores en las empresas de la familia, mientras que Obito y su esposa se mudaron a Konoha como su reemplazo. Los padres de Itachi, le hicieron ver lo solos que se quedarían, sin olvidar, lo mucho que sus niños se habían aquerenciando a ellos... mentiría si decía que esas personas no la habían hecho sentir en casa. Desde que se apegó a ellos, sintió el calor de una familia, algo que sólo Itachi le ofreció durante el tiempo que estuvieron juntos y finalmente desistió de querer mudarse aceptando quedarse con ellos.

De no ser por el intercambio de Sasuke, no creía que todavía pudiera estar con ellos. Tal como se lo aseguró Mikoto, el hermano menor de Itachi nunca volvió a molestarla. Se sintió muy mal cuando se enteró que él se iría a otro sitio, incluso pensó que lo hacía por culpa suya, fue entonces, que todos los Uchihas viajaron solo para hablar con ella y hacerle ver los verdaderos motivos por los que el hermano de su esposo se marchaba por un largo tiempo. A partir de su traslado, Hinata lo miró sólo unas pocas ocasiones, como en la fiesta de cumpleaños número dos y tres, de los gemelos. Donde los abuelos prácticamente tiraron la casa por la ventana. El primer año, Hinata no quiso hacer algo grande, pues ella todavía no lograba superar la muerte de su esposo. El segundo año, no es que estuviera mejor, sin embargo, todos sus amigos apoyaron a los Uchihas y no le quedó más remedio que aceptar y ya para el tercer cumpleaños, le fue un poco mas sencillo.

Muchas personas asistieron a las fiestas infantiles, entre ellas, la mayoría de sus amigos, tales como Kakashi, Jiraya, Gaara, Ino, Toka, el pequeño hijo de la pareja, Temari y su esposo Shikamaru, Tsunade, Shizune, Kushina y Minato, entre los que podía recordar, pues las amistades de los Uchihas eran muchas. Las fiestas fueron muy lindas y sus gemelos lo disfrutaron al máximo, sobre todo por los caballos que llevaron para dar paseos a los más pequeños, ademas de los payasos y otras atracciones adecuadas a su edad.

Sasuke llegó acompañado de la médica Haruno, Naruto Namikaze un agradable rubio de hermosos ojos azules quien dijo ser de sus mejores amigos y también era el hijo de Kushina y Minato. Suigetsu y Jugo, dos agradables personas quienes al igual a Naruto, también se veían muy cercanos. El azabache la saludó con cortesía... Itachi y Neji parecieron cómodos con él y ni hablar de cómo se apegaron a Naruto, así que bajo un poco la guardia.

Ella continuó trabajando en el centro comercial y los abuelos cuidaban los niños, incluso le acondicionaron una habitación para que también la utilizará en la mansión. Fue en ese sitio, donde Madara se encontraba luego de recibir un recorte de cabello. Izuna por su parte, se veía en el espejo dado que también él, recibió un servicio completo en su larga melena.

—Me da mucho gusto que sea de su agrado—respondió entregándole un espejo.

—Te aseguró que desde la primera vez que nos cortamos el cabello contigo, te hemos sido fieles y no vamos con nadie más—repuso Izuna sonriendo.

Hinata Hyuga One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora