Inadaptado. Primera parte.

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

La siguiente historia se me ocurrió al ver la película Criminal y al haberme dejado fascinada, se me ocurrió adaptarla, sin llegar a hacerla exactamente igual, pero si con la misma trama. Necesitaba colocar a dos personas totalmente opuestos, por lo tanto, iniciará con Naruhina y continuará con Hidahina... ojalá les guste y les recomiendo cien por ciento la movie.

Papá, no puedo encontrar a Kurama—se quejó una preocupada voz infantil. Naruto abrió la caja de seguridad y revisó el bolso, que le dejaron previamente sus superiores.

—Tranquila mi estrella, debes haberlo dejado en algún lado de la casa—agradeció a la fémina que se hallaba frente al mostrador de la tienda departamental y acto seguido, abandonó el lugar.

—Prométeme que me ayudarás a buscarlo—le rogó la pequeña y él sonrió mostrando la deslumbrante dentadura.

—Por supuesto que lo haré... Ahora dime ¿donde está tú madre?

—Ella prepara la cena y yo le estoy ayudando—la niña se despidió de su padre y le entregó el celular a su madre.

—¿Llegarás hoy?—Naruto sonrió al escuchar la dulce voz de su esposa. El rubio caminaba en las abarrotadas avenidas de Tokio, al mismo tiempo que hablaba con Hinata, no obstante, ella no tenía idea que su esposo no se hallaba en Konoha, dado que su trabajo era muy peligroso y prefería dejarlas lo mas alejado posible. La pareja llevaba ocho años de matrimonio y tenían una hija de seis años. Ellos se conocieron desde la adolescencia y con el transcurso del tiempo, se enamoraron hasta que terminaron casándose. Naruto era huérfano y le costó mucho salir adelante. Además de sus padrinos, Hinata fue su apoyo incondicional y tras el nacimiento de Hima, ambos se esforzaron para tener un mejor futuro.

Hinata trabajaba como maestra en la universidad de Konoha y Naruto era uno de los mejores agentes antiterrorismo que tenían las fuerzas especiales del país, mismas que lideraba Kakashi Hatake, amigo y tutor de Naruto. El peli plateado era lo mas parecido a un hermano mayor para el joven

—Mmm, no lo se... todo depende de la ropa que llevas puesta—la ojiperla se sonrojó, tal como si su esposo pudiera verla.

—Entonces debes venir, porque llevo sexy lencería—Naruto sonrió—y la usé mientras recogía a Himawari de la escuela—Hinata se burló de su marido, tal como solía hacerlo.

—Eso explica porque nuestra hija lleva el primer lugar en su clase—él no se quedó atrás y sin necesidad de verla, sabía que se había sonrojado.

—¡Naruto!—lo reprendió sin dejar de lado el buen humor. De pronto, un auto freno frente al rubio y su rostro mostró sorpresa al percatarse de quien era el conductor. Lentamente se giró y volvió a detenerse, notando sin lugar a dudas que lo estaban siguiendo.

—Luego te llamo Hina, recuerda que las amo mis niñas—sin esperar respuesta finalizó la llamada, dejando a la ojiluna un poco confundida. Naruto apagó el celular y lo colocó en el bolso de un transeúnte. Con avidez logró esquivar a los tipos que lo seguían mientras caminaba y se apresuró a tomar una motocicleta que se hallaba estacionada frente a un cajero automático.

—No puede ser—Kakashi mostraba preocupación en su rostro y no sólo se trataba de la seguridad de Naruto, sino también de la importante información que sólo él manejaba—¿Como pudieron perderlo?—el salón donde se hallaba Kakashi, estaba rodeado de agentes que monitoreaban las cámaras de toda la cuidad.

—Lo están siguiendo, miren esto—Sasuke les mostró el momento exacto en el que Naruto subió a un autobús, siendo seguido de cerca por dos tipos. El Uzumaki se las ingenió para bajar del vehículo justo antes de que arrancara, haciendo imposible que los tipos bajaran tras él.

Hinata Hyuga One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora