Capítulo 29

337 37 29
                                    

— No se supone que el amor fuera así —Se quejo el azabache haciendonun puchero mientras tenia su mirada perdida en su vaso, notando que se encontraba vacío.

— El amor es una mierda —Murmuró Yuna mientras observaba la botella vacía que se encontraba sobre la pequeña mesa de centro. — Es decir, mirame a mí, Kai ni siquiera me dirige la palabra porque me vio lamerle el rostro al asqueroso de Jeno

— No me lo recuerdes —Pidió el mayor negando mientras soltaba un suspiro. — Aparte, no deberias haber hecho eso, de seguro le dejo una mala impresión de ti

— Solo le di a Jeno de su propia medicina, acaso debía permitir que llegara a insultarte y maltratarte como si nada, no iba a dejarlo en paz luego de que me pusiera una mano encima, idiota, esta acostumbrado a que las estúpidas lo deje hacer lo que quiera con ellas solo por tener una cara bonita, y yo no soy asi, jamás he sido asi, me doy a respetar de idiotas que se aprovechan como él, imbécil —Protesto la rubia sin notar el alcolizado tono de voz que tenía luego de haber bebido tres botellas soju junto a sus amigos.

— Creo que debemos dejar esto —Murmuró él dejando caer su cabeza sobre el sofa que se encontraba a su espalda.

Sunoo se cerro sus ojos por un momento cuando de repente su celular comenzo a sonar, enfoco su vista en la pantalla, achicando un poco sus ojos ante el brillo que esta tenía, luego de leer el nombre de su amiga, no dudo en atender escuchando su cantarina voz debido al alcohol que tenía en su sistema.

— Yujin-ah ¿Qué sucede? —Quiso saber mientras veia a la rubia servir soju en los vasos vacios.

— Oh, Sunwoo-ah llego nuestro pedido, sal a ayudarme —Pidió la castaña mientras subía al ascensor, colgó la llamada y presionó el botón del piso que vivía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Oh, Sunwoo-ah llego nuestro pedido, sal a ayudarme —Pidió la castaña mientras subía al ascensor, colgó la llamada y presionó el botón del piso que vivía.

Yujin acomodó su cabello mientras trataba de no tambalearse hacia los lados, siendo consciente de que no daría una buena imagen a sus vecinos si llegaban a verla de esa manera, pues siempre habia sido alguien cordial, amable y simpática, una vecina increíble, pero sus padres venian a visitarla de vez en cuando, y no quería que algun vecino se fuera de bocon solo por verla alcolizada un dia sabado en la madrugada.

Una vez que la puerta se abrió ante ella, salió cargando las bolsas, luchando por no dejar caer su celular pues sus manos se encontraban llenas y no quería perder un celular con el que apenas llevaba dos semanas, mientras avanzaba por el pasillo, frente a ella, a unos pasos apareció Sunghoon, el mismo peligris que hace unas horas había logrado que Sunoo llorara como si fuera un niño pequeño.

— Oh, tu otra vez aquí... —Habló ella riendo levemente mientras veía al mayor cogelarse por un momento. — ¿Desde cuando somos vecinos? No lo sabía —Bromeó tambalenadose cuando se detuvo junto a él.

— Hola, ¿Estás...? Yujin apestas a alcohol —Dijo él mirandola con algo de sorpresa.

— Claro que no, no seas exagerado —Se defendio ella luciendo algo ofendida por aquel comentario.

Piwkenyeyu •Sungsun• #Parte2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora