❥︎𝖁𝖚𝖊𝖑𝖙𝖆 𝖆 𝖓𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝖍𝖔𝖌𝖆𝖗

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𝕹𝖆𝖗𝖗𝖆 𝕾𝖈𝖆𝖗𝖑𝖊𝖙𝖙.

Después de tantos años veía mi hogar de nuevo, a los lejos en la popa del barco vi como se alzaba el castillo de los telmarinos, puse mi mano en mi abultado vientre de siete meses y sentí el corazón de mi hija latiendo sano.

—Hemos llegado a casa mi pequeña Gabriela—dije con una sonrisa.

—A tiempo para su nacimiento—dice Caspian apareciendo a mis espaldas de forma sorpresiva poniendo sus manos en mi vientre.

—Aún falta para eso, recuerda Aslan dijo doce meses, van siete aun no nacerá.

—Seré paciente, las adoro.

—Y nosotras a ti, donde está Rhysard?.—pregunte viendo a sus espaldas.

—Jugando con Merope en la otra punta del cuarto.

—Ellos me recuerdan a unas personas—dije con una sonrisa.

—A nosotros—aseguro el.

—Como lo sabes?.

—Solo hay que verlos para darse cuenta, somos nosotros solo que ellos se conocen desde que nacieron, pero como se protegen, el como se cuidan unos a otros cuando hacen una travesura me recuerda a nosotros cuando nos conocimos, Aparte Merope no es mala opción como nuera.

—Ya los estas casando, estas loco.

—Loco por ti, loco por verte sin tanta ropa.—dijo y beso mi cuello sensualmente, y como mis hormonas de embarazada estan como locas, tuve que morder mi labio para no gemir.

—Ca...cas aquí no.—dije entrecortadamente.

—Vamos al cuarto, te necesito.—dijo dejando de besar mi cuello.

—No entiendo como puedes estar caliente, cuando estoy gorda como una pelota.

—No estas gorda y aunque lo estes te amo como estes y como estarás, es tu culpa dejarme caliente eres adictiva.

—Creo que Rhysard esta entretenido con Merope.—me solté de sus brazos y empece a caminar y el me siguió con la mirada—voy a ir a recostarme un rato, vienes cariño?.

—No me lo tienes que pedir dos veces.

𝖀𝖓𝖆𝖘 𝖍𝖔𝖗𝖆𝖘 𝖉𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊𝖘.

𝕹𝖆𝖗𝖗𝖆𝖉𝖔𝖗 𝖔𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊.

El pueblo estaba enloquecido cuando llego la carta que sus reyes volverían en una semana, el pueblo era una caos organizaban el lugar para la llegada de sus soberanos, limpiaban y ordenaban sea para recibir a sus familiares o por el aprecio hacia sus reyes.

El barco aparco en el muelle, todos empezaron a poner un puente para que todos pudieran bajar, los reyes se acercaron al puente con su hijo en el medio de ambos, los gritos de exclamación no se hicieron esperar, no podían creer lo que sus ojos veían, cuando partieron solo existía un heredero y ahora iban por el segundo.

—Narnianos, telmarinos estamos agradecidos por el recibimiento que se nos a sido dado, es bueno estar devuelta y nos quedaremos por mucho tiempo, ya es seguro hay paz a lo largo y ancho de Narnia, también es una grata noticia decirles que mi esposa y yo estamos esperando a otro heredero, bueno mejor dicho heredera la reina Scarlett y yo tendremos una niña que nombraremos en honor a mi difunta madre la princesa Gabriela.—fue el discurso que dio Caspian, ganando aplausos de su gente.

𝕮𝖎𝖓𝖈𝖔 𝖒𝖊𝖘𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊𝖘.

𝕹𝖆𝖗𝖗𝖆 𝕾𝖈𝖆𝖗𝖑𝖊𝖙𝖙.

Estaba en mi cama sudando y gritando, no recordaba que estar en labor de parto fuera tan doloroso, Emma y Amara atendía el parto igual que la otra vez, Tamlin estaba con mi hijo y su hija mientras Caspian estaba a mi lado dándome fuerzas para traer a la vida a nuestra hija.

—TODO ESTO ES TU CULPA, NO MÁS SEXO CASPIAN.—fue lo que grite aunque sabia que no lo cumpliría.

—Scarlett luego sigues gritando mentiras, ya veo la cabeza es hora.—anuncio Emma.

Respire hondo y empece a pujar con todas mis fuerzas, senti como algo me atravesaba arquee mi espalda y di un grito sordo, para mi eso fueron mas horas de las que estuve en labor de parto, llevaba cinco horas esperando y pujando, pero todo valió la pena cuando escuche ese llanto que lleno mis oídos.

Sonreí con la cabeza apoyada en las almohadas y los ojos cerrados, siento como se pone un peso en la cama, era Caspian que se habia sentado a mi lado, beso mi sudorosa frente logrando que abriera mis ojos y viera los suyos que tenían lagrimas y sus labios con una gran sonrisa.

—Lo hiciste fantástico mi pequeña elfa.

—Creo que ese apodo ya no me pertenece, ahora tienes otra pequeña elfa.

—No, ese apodo siempre sera tuyo, ella es mi princesa es mi niña.

—Quiero a mi hija.

Dije volteando la cabeza hacia Emma que estaba a un lado de la cama con mi hija, ella sonríe y Caspian me ayuda a sentarme, colocando varias almohadas detrás de mi para que estuviera cómoda. Emma con cuidado puso a la pequeña en mi pecho, yo la recibí con una sonrisa, apenas la vi y era hermosa.

Su piel era pálida y su cabello era mucho mas blanco que el mio, parecía platinado y lo tenia en abundancia, sus orejas puntiagudas, eran una elfa hermosa.

—Hola mi pequeña Gabriela.

Apenas lo dije ella abrió sus ojos, no los abrió por completo fue muy breve pero permitió ver unos ojos cafes claro, iguales a los de su padre.

—Tiene mis ojos—dijo Caspian con adoración.

—Tiene mi cabello.

—Es hermosa.—dijo tocando su cabecita.

—Cárgala.

El sonrió y cogio a nuestra hija de mis brazos, se sentó y vi como la veía con demasiado amor, acerco su frente a la suya y la junto.

—Mi princesa.

Era una imagen hermosa pero la interrumpió una voz infantil, la de mi hijo.

—Ada, Nanae.—dijo al lado de Tamlin en la puerta.

—Rhys ven a conocer a tu hermana.—le dije.

El se acerco y se monto a mi otro lado en la cama, tome a la pequeña en mis brazos otra vez y la agache a la altura de mi hijo-

—Rhysard ella es tu hermana, Gabriela.—dijo Caspian.

—Es muy pequeña y bonita, tiene muchos cachetes.—dijo con una sonrisa.

—Es cierto, te gustaría cargarla?.—le pregunte.

—Puedo hacerlo?.

—Claro, con cuidado y mientras. Tu madre o yo estemos contigo.—dijo Caspian.-

Con cuidado deje a la bebé en los brazos de Rhys, Caspian le estaba ayudando para que no se cayera, mi hijo sonrió cuando ella abrió sus ojos por completo, sus ojos se conectaron con los de Rhysard era morado y cafe conectado.

—Hola Gabriela, soy tu hermano Rhysard, pero puedes llamarme Rhys.

Ella solo sonrió y volvió a cerrar sus ojos,

𝕹𝖔𝖙𝖆.

No puedo creerlo falta solo un capítulo y el epílogo. No creo que ya se vaya a acabar.

P.D: no se si escribiré mas hoy, solo dire que entre hoy y mañana se acaba la historia

𝕸𝖎 𝕻𝖊𝖖𝖚𝖊𝖓̃𝖆 𝕰𝖑𝖋𝖆.  ˡⁱᵇʳᵒ ᵈᵒˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora