Parte 3

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Ya habían pasado unas 15 horas desde la desaparición de Adrik y aunque me repetía constantemente que se encontraba en algún lugar seguro, la verdad es que el miedo empezaba a invadirme poco a poco. En medio de aquella desesperación, de pronto vi cómo la calle se llenaba de luces rojas y azules. Al hablar con los agentes, nos explicaron que lo habían encontrado dos calles más abajo, fuera de sí mismo y sin decir una palabra. Fui hacia mi hermano y lo abracé, pero él, como si tuviera miedo de mí, empezó a llorar.

Todos los que habían participado en su búsqueda, me miraban con rabia, como si hubiera hecho algo malo, pero yo no entendía nada. Me metieron en su coche de policía, me esposaron y por el camino me enseñaron un vídeo grabado por una cámara de una tienda cercana en la que se me veía claramente a mí con Adrik entre mis brazos. No me lo podía creer.

Después, lo llevaba dentro de una casa que por mucho que me esforzara no lograba reconocer, lo cerraba y me iba como si nada hubiera pasado. No recordaba nada, estaba confusa, cómo podría haber hecho algo así?

Les supliqué que me dejaran, que no era yo, pero nadie me creyó y terminé entre rejas. Y por eso hoy me encuentro aquí delante de vosotros, para que decidáis si soy culpable o no.

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