4

1.6K 139 23
                                    

<<New horizon >>

–cuídense en su viaje niño, Piltover es un lugar peligroso.

El moreno se rio, ni era ni la mitad de peligroso que Zaun, y él había nacido allí.

–seguro viejo, nos vemos–se quitó los guantes llenos de tierra y con su patineta se dirigió a su hogar.

Llego a su destino, la casa blanca era hermosa, se veía gloriosa con su entrada con pasto bajo y flores sembradas por la familia cuando Hope tenía 3 años.

Habían transformado esa casa ellos solos, dedicaron varios meses, días y noches a transformará.

Era una casa totalmente nueva, creación de ellos.

Para la pareja esa casa era millones de veces más hermosa y valiosa que cualquier edificio de Piltover.

De la casa salía un exquisito olor a postres, los cuales se airaban en la ventana de la cocina.

La puerta se abrió.

–¡Papiii! –una pequeña morena salió de la casa, su cabello azul largo se movía con el viento fuerte que soplaba.

Corrió hasta su padre para abrazarlo, él la recibió, alzándola.

–mami preparo pastel–dijo feliz en los brazos de su padre–y yo lo decore.

–sorprendente–camino a su casa con la niña en brazos

–dijo que sería para el viaje, así que no me dejo probar–puso una cara de tristeza.

Hope se parecía mucho a Powder, sus grandes ojos, sus labios, la forma de su cara y su sonrisa.

Aunque Jinx decía que se parecía a él.

Debía admitir que había varias cosas que revelaban a simple vista que era su hija, su cabello crespo, su tono de piel, sus profundos ojos cafés.

La niña era una mezcla perfecta.

Cerca de la entrada miro a la joven mujer salir.

Su cabello ahora era mucho más corto que en su juventud. Llegaba hasta cerca de su cadera, y siempre estaba recogido en una suelta trenza que colgaba.

Salió con unas ropas cómodas y un pequeño trapo en sus manos, limpiándoselas.

El moreno planto un suave beso en los labios de su esposa.

Se habían casado cuando la niña cumplió un año, sin vestido, sin invitados, sin más testigos que el hombre que le ayudo a firmar los papeles que habían falsificado y la pequeña Hope en la cuna.

Aun así, ya eran esposos.

La niña sonrió mientras bajaba de los brazos de su padre y corría al interior del hogar.

–¿aún sigues nerviosa? –susurro a la mujer.

–¿me culparías por estarlo? –el chico miro al techo.

–No–contestó–no lo haría.

Tomo la mano de la mujer y entro a su hogar.

Jinx se había adaptado a ser una madre de hogar, aun que le costó mucho, ya que siempre había sido descuidada y revoltosa.

Agradeció a Sevika por haberle enseñado a cocinar algunos platos, se había logrado adaptar con Ekko que si tenía todos los conocimientos de un hogar.

Ya habían cumplido sus 30, eran todos unos adultos.

Aun así, sentían su cuerpo lleno de energías.

We are going (TimeBomb)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora