We are going (TimeBomb)

1.

<<goodbyes>>

Ekko dejó la oficina que le había pertenecido por años.

Acarició cada mueble y cerró la puerta, dejando en esta los recuerdos de todo lo que había logrado

se sentía orgulloso, consideraba que había logrado mucho más de lo que pensó.

Se sintió feliz de darle esa Esperanza a las personas de la oscuridad ciudad de Zaun

Su amigo lo esperaba afuera, con una expresión triste.

–¿Estás seguro que quieres hacer esto Ekko?, eres nuestro líder, no sabremos que hacer sin ti.

El moreno sonrió

–están en buenas manos–se quitó la bufanda que llevaba, se la entregó al hombre en sus manos–serás un buen líder Scar.

El hombre sonrió con tristeza.

Él ya había tomado su decisión, y debía respetarla.

Lo había anunciado hacia unas semanas, primero a los de más confianza en el lugar, que a pesar que lo persuadieron, no lograron hacerlo cambiar de opinión. luego su decisión fue dicha al pueblo, entre lamentos y quejas fueron aceptando poco a poco la idea.

El día anterior le brindaron una gran despedida en la noche.

Scar había visto salir varias veces a Ekko, cuando se enteró de su retirada supuso que todas esas tardes o días que desaparecían al joven adulto habían sido preparándose.

Aun así, se debatía un poco

Siempre pensaron que brindarle libertad a su líder, lo liberaba de sus ocupaciones, él era uno de los defensores de su libertad.

Ekko había pasado su pre-adolescencia y la mayoría de su adolescencia con el peso de ellos.

¿Por qué no devolvérsela en lo que restaba de ella?

A pesar de su libertad Ekko siempre cumplía, era ejemplar y justo.

Y ahora se iría.

–Volveré algunas veces. –le sonrió el moreno–son mi pueblo.

El hombre noto el cambio en la palabra.

Ekko siempre había dicho: "son mi familia".

Lo ignoro para no provocar una discusión en la despedida del chico.

El adulto joven bajo las largas escaleras, aun que había varios de los refugiados, ninguno se acercó a él.

Ya habían tenido su momento de lamento, ahora tocaba esperar a la despedida sin abrumarlo.

Para su sorpresa se encontró a una agente de Piltover muy familiar.

En realidad, era la única que dejarían entrar.

–Vi, que sorpresa tenerte por aquí. –la mujer sonrío cuando lo miró.

–sorpresa me dio a mi enterarme que te vas tú. –el chico se rio.

–los dos damos buenas sorpresas.

Ambos se sonrieron.

Ekko invitó a la pelirosa a un pequeño mini restaurante que había en la fortaleza.

Ambos tomaron unas tasas de café que en realidad eran gratis y se sentaron en una de las esquinas.

–Entonces.... Te marchas–la zaunita dudo un poco si sus palabras llegaban a ser inapropiadas o groseras.

–oh sí, me iré mañana. –Ekko tomo un poco del café.

–¿te vas para siempre? –preguntó. A Ekko le pareció un poco contradictorio, ella se había ido hacia mucho tiempo a Piltover, abandonando casi a todos en Zaun, viniendo a visitarlos en ocaciones muy escasas o cuando estaba en busca de alguna información.