Soy... ¡¿Naruto?!

¡¿Cómo acabé aquí?!

Mi vida era normal.

Era una mujer de 25 años que vivía el día a día tranquilamente.

Tenía una familia amorosa. Unos padres a los que amaba mucho.

Un trabajo normal.

Era feliz...
Hasta que todo cambió el día que morí.

En realidad fue hilarante, ¿conocéis la tercera ley de Murphy?

¿Que todo lo que puede pasar mal saldrá mal?
Pues algo parecido pasó.

Me desperté, duché, desayuné y me vestí para ir al trabajo. Luego salí a la calle.
Todo normal

Y entonces sucedió.

El perro del vecino de enfrente se escapó y corrió hacia la carretera justo cuando un camión pasaba, este giró y se chocó contra un camión de hobras haciendo que los ladrillos se desparramaran por toda la calle y algunos de ellos se calleron en mi coche destrozando el parabrisas y parte del coche.

Furiosa fui hacia allí, con mi mala suerte de resbalar con un charco de la lluvia anterior y caer golpearme con un ladrillo en la cabeza.

Lo último que recuerdo es oír un crujido y luego nada...

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Ahora me encuentro flotando en la nada.

¿Eso es todo?

¿Ni un túnel con luz al final del camino o algún ser divino?

¿Nada de nada?

Al menos era cálida y acogedora, lo malo es que no podía moverme.

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No se cuanto a pasado pero este lugar se ha echo más pequeño, el lado bueno es que me puedo mover un poco.

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He empezado a escuchar voces. La mayoría de la veces era una mujer, aunque también oía a un hombre.

No se lo que dicen, ya que sus voces estaban amortiguadas pero me daban una sensación de paz y tranquilidad que era acogedora.

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El lugar es incómodo y muy apretado quiero salir de aquí, no me gusta.

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No se que esta pasando, la calidez se ha ido y este lugar me está apretando y empujando.

Puedo escuchar gritos y de la nada frío. Y al instante fui alzada, espera ¿alzada?
¿Estoy rodeada de gigantes o algo así?

No podía ver nada todo era borroso. Un borrón rubio y uno rojo llamaron mi atencion.

Luego todo fue muy confuso.

Pero recuerdo gritos, llanto y unos brazos que me abrazaban con mucho amor, junto con una frase que me heló el alma: Gomen, Naruto. Te amamos.

¿Qué... acaba de decir?
¿Me acaba de llamar Naruto?

Como ¿Naruto Uzumaki? ¿El del anime?

¡OH MIERDA!