Capitulo 6

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— Si, es ese — Con su habitual expresión dice el beta de cabellos bicolores el cual trataba de ocultar su alivio — ¿Nos podría decir donde se encuentra? —

El de ojos rojos miro a su compañero dudando un poco — Bueno, el de seguro se debe encontrar con Bakugo intentando convencerlo, aunque dudo si vas te valla dejar verlo. —

— ¿Bakugo Katsuki? — Pregunto y no tardo en revivir una afirmacion, le era difícil creerlo, el menor, el más problemático, el único hijo de los Bakugo y heredero del reino, se había fijado en su amigo, miro a Iida el cual ml estaba muy diferente a el — ¿Convencerlo de que? Más importante ¿Midoriya se encuentra bien?.

— Convencerlo de ser su omega, no creo que Bakugo valla a hacerle algo, puede ser impulsivo pero no a tal grado, te puedo asegurar que esta bien —  Por alguna razón el bicolor sintió un gran alivio — No le digas a Katsuki nada de esto, de seguro se enojaria conmigo — Conociendo tanto al cenizo de seguro andaría diciéndole traidor durante bastante tiempo a pesar de no haber hecho nada malo.

Luego solo de despidieron para regresar donde la madre del peli-verde que de seguro estaría esperando.

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— ¿Entonces? — Miro fijamente al alfa con un pequeño puchero, sentado a un lado de Katsuki por petición de este cuando estro a su habitación para hablar de ese tema  — ¿Cuando iremos? —

— Después de nuestra boda — vio como el omega, negaba con la cabeza en desacuerdo — Dos 2 meses —

— Kacchan, es mi madre, no puedo dejarla así sin darle un aviso primero almenos durante tanto — No sabia cuando gano la suficiente confianza en el alfa como para ponerle un apodo, pero como al contrario no le parecio mal ni dio ninguna respuesta negativa al respecto empezó a llamarle así.

— Un mes. —

— Mañana — El omega era insistente, y tampoco tenía pensado ceder.

— Tres semanas, no menos — Dijo a lo que el pecoso le miro molesto y con el seño levemente fruncido.

— Entonces... — Dudo un poco antes de hablar, No sabia como seria la reacción del alfa, pero tenía que aprovechar la situación — Iremos ahora, sino olvidate de cualquier plan de boda conmigo.

— No lo harías —

El pecoso no respondió, solo se dio la vuelta para comenzar a caminar a la salida de aquella habitación.

— Bien, iremos ahora. — Dijo el rubio cenizo e Izuku se detuvo y miro al alfa con una sonrisa al lograr su cometido, mientras el estaba un poco molesto, no por el hecho de que no espero que el omega halla ido a su habitación solo para poder ver a su madre, sino por que realmente esperaba que fuera una cosa completamente diferente, debía ver el lado bueno, conocería a su suegra.

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El chico Bicolor y el peli-azul regresaban al hogar de la familia de peli-verdes, uno sintiéndose culpable por la noticia que le daría a la madre, mas como se lo tomaría, y el otro no sabia decidirse si estar preocupado enojado o aliviado respecto a lo que había sucedido, por una parte estaba preocupado de que Izuku pudiera estar pasando un mal rato por culpa de bakugo, enojado por que el causante de que el causante de lo que pasaba hubiera sido este, pero aliviado de cierta manera de que fuera alguien a quien conocía a pesar de que tenía un muy mal criterio de este, pero Kirishima hizo que le tuviera un poco más de confianza, aunque fuera un poco.

La mujer de cabellos verdosos miro hacia la dirección donde se acercaban ambos individuos ilusionada de alguna noticia de su hijo, mientras que estos mismos no sabían como explicarle lo susedido a la mayor.

— ¿Y como les fue? ¿Izuku se encuentra bien? — La muy preocupada mujer regordeta preguntaba angustiada temiendo que es lo que pudo pasarle a su hijo por la expresión de los dos chicos.

El alfa de lentes bajo un poco la mirada antes de responder al ver que su acompañante no paresia tener la suficiente valentía en ese momento — Sabemos donde esta señora Midoriya, se en encuentra bien, solo, es probable que no pueda venir en un tiempo — Lo dicho solo confundió a la madre del pecoso, aunque también se encontraba aliviada por que sabían donde estaban y que se encontraba bien.

— ¿Por qué no puede venir? — No era mucho problema siempre y cuando su cachorro estuviera bien, pero no pudo evitar la curiosidad del porque, hablaron con ella durante unos minutos contándole todo lo sucedido — Dios, es, algo difícil de creer. —

— Mamá — Se escucho bastante cerca, miraron de donde se escucho para ver al peli-verde acompañado del rubio cenizo a tan solo unos pasos.

— Izuku — La mayor no dudo en acercarse a su cachorro para abrazarlo y este de igual manera no dudo en corresponder, en oji rubí pensaba que tan vez no había sido tan mala idea ir a el lugar, puesto que la madre se veía que realmente estuvo preocupada.

Mi problemático prometido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora