El elegido.

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Ese mismo espejo se encuentra frente a mí cuando abro los ojos, claramente no estaba en mi cama... casi pierdo el balance y me caigo al darme cuenta de eso pero lo pude recuperar. Poso mi mirada en el espejo nuevamente y logro verla otra vez a Anastasia, la veo moviendo su dedo, haciendo seña de que entre al espejo. Hipnotizado, no pienso ni un segundo y doy pasos para atrás para luego impulsarme con toda velocidad hacía el espejo, logro pasar a través del espejo y caigo, siento frío. No podía ver nada, era todo negro, levanto un poco la mirada mientras estoy tirado en el piso, está Anastasia, me extiende su mano y la tomo, me ayuda a levantarme.

¿No vas a explicarme qué es esta locura? —musité—

Me mira sin decir nada y solo agarra mi mano, me lleva a recorrer el oscuro y vacío lugar, es como un pasillo lleno de oscuridad, caminamos un rato (con ella todavía agarrando mi mano) y de repente paramos. Voltea su cara hacía mí y me mira con esos intensos ojos verdes, me suelta la mano y toma algo del oscuro suelo, tenía una especie de arena, no lograba comprender nada.

Vas a necesitar esto para poder ver. —Por fin ella me habla, con su dulce voz de niña—

Dice eso y prosigue a abrir su mano, dejando ver la arena, hipnotizado por su mirada, me pongo de rodillas, dejando mis ojos a la altura de su mano, por lo cual sopla la "arena" que cae en mis ojos, parpadeo varias veces y entre la oscuridad, puedo ver una puerta del estilo de la mansión donde ambos estábamos frente a ella, la miro y me da una mirada que dice "abrí la puerta." Dudando un poco, decido abrirla, con algo de miedo. Mientras se va abriendo, se escucha un horrible chirrido.

¿Qué es todo esto? —dije perplejo.—

No podía creerlo, era una especie de recuerdo de Anastasia, era ella aún más pequeña, como de 5 años y sus hermanos Katrina e Igor de 8, los mellizos, se puede ver a Anastasia forcejeando ya que Katrina la está intentando ahogar con una almohada, mientras le dice:

Me da asco que seas parte de mi familia, oveja negra. —ríe a carcajadas junto a Igor—

Ante ésta escena, no puedo sentir más que repulsión, tan pequeños y con una mentalidad así, más aún contra su hermana pequeña, ¿qué tienen en esas diminutas cabezas?

A-ayuda, p-por favor, que alguien m-me a-ayude —dice Anastasia con todas sus fuerzas, aún siendo ahogada por la almohada—

En eso, se puede ver como entra a la habitación una mucama parece ser, gracias a su impecable uniforme. Katrina e Igor al verla entrar, salen corriendo, asustados. Pero antes de irse, Igor menciona:

No te olvides que seguimos siendo hijos de los dueños de ésta mansión, una palabra sobre esto y te echamos de patitas a la calle, sirvienta. —lo escupe sin pudor, aún estando asustado—

La sirvienta solamente lo mira hasta que él desaparece corriendo. Suspira y se dirige rápidamente hacía la pobre Anastasia.

¿Estás bien, chiquita? —pregunta mirándola con preocupación mientras saca la almohada que estaba sobre ella y la ayuda a incorporarse de pie—

Anastasia solamente la mira con los ojos llorosos, rompiendo finalmente en llanto, grita y llora a la vez, es una montaña rusa de emociones para tan solo una pequeña niña, obviamente estaría abrumada y más si sus propios hermanos fueron los que le hicieron una cosa tan horrible. La sirvienta la abraza un largo rato hasta que Anastasia finalmente se calma.

¿Cómo es tu nombre? —pregunta en un hilo de voz, aún con la voz quebrada de tanto llorar—

Mi nombre es Mikaela, pequeña. Es posible que no me hayas visto antes ya que yo solía estar ayudando la cocina todo el tiempo pero justamente hoy, me movieron a la sección de limpieza del hogar, me vas a ver más seguido a partir de hoy. —menciona mientras le sonríe con compasión—

Esa sonrisa de felicidad verdadera, conmovió mucho a Anastasia, tanto así que la hizo sonreír también, ella por dentro sabía que Mikaela sería una persona muy especial para ella a partir de hoy. Se las puede ver conversando un rato a gusto con la otra con más claridad ya que Mika (como decidió decirle Anastasia, en muestra de afecto y gratitud) le trajo un vaso con leche y algunas galletitas, para que se calme, hasta que Mikaela decidió tocar el tema.

Me gustaría poder decirle a tus padres lo que sucedió hoy, literalmente tus hermanos intentaron matarte. ¿Qué habría pasado si no hubiera llegado? —se nota el enojo en su voz—

Anastasia solamente la mira con tristeza, ciertamente, los ojos de Anastasia desde pequeña están apagados. Titubea un rato antes de responder.

No, aunque supieran no harían nada, ellos prefieren a sus mellizos antes que a mí, soy la oveja negra de la familia. —dice en un tono de aceptación—

¡Claro qué no! no olvides que importas tanto como ellos, además, no hay nada de oveja negra en una chica tan preciosa. —juega con su cabello rubio mientras la alza en brazos y dan vueltas—

Anastasia en sus pensamientos deseaba que Mikaela fuera su mamá, ya que su verdadera mamá no era tan divertida ni cariñosa como lo era ella. Lo cierto es que, Mikaela tenía características muy parecidas a las de Anastasia, esos mismos ojos verde y el precioso pelo rubio, realmente parecía la madre.

Dejé de ver ese recuerdo en la habitación para prestarle atención a la Anastasia que tenía al lado mío, se veía muy absorta en esos recuerdos, tenía una mano extendida como queriendo alcanzar a Mikaela, parece que de verdad seguía siendo importante esa sirvienta para ella. Se veía la nostalgia en sus ojos, de repente, cerró su puño y la veía enojada, realmente me asusté.

¿Qué pasa? —le pregunté un tanto inquieto—

No me dijo nada, me miró con enojo en sus ojos, mientras los recuerdos se empezaban a distorsionar, la agarré por los hombros, sacándola del cuarto y cerré la puerta, se estaba moviendo todo.

Ya no queda tiempo, mis emociones se empezaron a mezclar. —se la veía un tanto en pánico —

Me dieron ganas de abrazarla al verla así. Salí de mis pensamientos cuando vi que todo comenzó a temblar, me estaba tambaleando, era como un terremoto, dentro de este mundo del espejo.

Creo que podrías ser el elegido, no conecté con nadie como lo logré con vos, se acabó el tiempo por hoy, nos vamos a volver a encontrar. Este recuerdo terminó. —me llevó corriendo hacía el espejo donde habíamos estado, sin previo aviso, me tiro hacia el espejo.—

Me sentí caer sobre algo cálido y cómodo, decidí abrir los ojos con miedo y nuevamente estaba en mi cama.

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⏰ Última actualización: Jan 13, 2023 ⏰

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