La casa del bosque

Capítulo 2

-Laura, llevamos una semana pensando y es lo único con sentido que hemos encontrado -Dijo Emma mientras seguía buscando documentos en su ordenador. Había pasado una semana desde el primer día de clase, y cuando el profesor les dijo que quería un borrador en tres semanas iba muy en serio. No solo eso, sino que el trabajo era más complicado de lo que esperaban. Ya no era solo buscar información en archivos de bibliotecas o artículos sobre algunos hechos históricos en internet, no. Para este trabajo debían centrarse en algo que hubiera pasado en Barcelona en la Edad Media y buscar información en sitios específicos. Es decir, como si hicieras un trabajo de una guerra y tuvieras que ir a algún sitio donde se llevó a cabo algo en concreto, y hacer fotos ahí, relacionar información que encuentres con el lugar que hayas escogido, etc. Así que, como era de esperar, Emma y Laura estaban estresadas no, lo siguiente.

- ¿No será muy difícil? – Contestó Laura intentando pensar algo más sencillo.

-Sinceramente, creo que hagamos lo que hagamos será complicado. Y al menos si hablamos de las brujas que quemaron en Barcelona sabemos que es algo que pasó, es un conocimiento que suele ser común, e incluso podríamos relacionarlo con el feminismo, porque al final las quemaron por ser mujeres. Yo creo que podríamos hacerlo.

-Vale, pues si quieres buscamos un poco de información, y cuando encontremos algún pueblo o sitio donde se hiciera podríamos ir y hacer un par de fotos, al menos para el borrador que hay que entregar.

-Dale, pues hacemos eso.

-Chicas, ¿queréis algo para merendar? – Dijo en voz alta la abuela de Laura, que estaba en el piso de abajo, y ambas contestaron que bajarían en cinco minutos.

- ¿Sabes cuándo vuelven tus padres? -Preguntó Emma, aun sabiendo que la respuesta seguramente no sería buena. Laura había aprendido a vivir con sus padres viajando cada dos por tres por trabajo, pero no era algo que la hiciera del todo feliz. Al final y al cabo se sentía como si su abuela fuera la única que la hubiera criado, y aunque la quería con toda su alma y era una mujer increíble con la que tenía una increíble relación, sobre todo desde la muerte de su abuelo cuando ella se mudó definitivamente en casa; seguía sintiendo esa falta por parte de sus padres que nunca acababa de irse.

-Creo que en dos semanas, no lo tengo claro. Se que mi padre tiene vacaciones en breve, así que supongo que vendrán. – Emma entendió que debía dejar el tema y simplemente asintió mientras se levantaba para ir a merendar.

La casa de Laura era mucho más grande que la suya, aunque no fuera muy difícil. Tenía cuatro habitaciones, la de sus padres, la suya, una que era el despacho de su madre pero que se había convertido en la de su abuela cuando se mudó, y la cuarta que había pasado a ser un despacho para ambos padres. Aunque lo más increíble de esa casa no eran las habitaciones, sino el salón. Tenía una mesa negra enorme, donde cabían unas doce personas, y a unos metros había tres sofás, colocados en forma de cuadrado con una mesa baja en medio. Delante de los sofás había una televisión de plasma enorme, y a su izquierda una chimenea. Tenía altavoces colocados por todo el salón, por lo que cada vez que veían una película daba la sensación de estar en una sala de cine. En general, el salón de Laura era casi igual de grande que toda la casa de Emma.

Bajaron las escaleras que llevaban al salón y se sentaron en la mesa mientras Ana, la abuela de Laura, les ponía un plato con diferentes aperitivos.

- ¿Qué tal los primeros días de universidad? -Dijo mientras ella misma se sentaba y comía alguna de las cosas que había preparado.

- Bien, supongo. Están mas exigentes que el año pasado, pero imagino que es normal si ya estamos en tercero. -Dijo Laura antes de coger un trozo de pan con queso y empezar a masticarlo.