Emma intentó abrir los ojos, pero la luz de esa habitación era increíblemente molesta. Supo que Laura estaba a su lado por el olor de su colonia de coco, hacía cinco años que la conocía y nunca había dejado de usar ese mismo perfume barato de supermercado. Quiso hablar, pero su garganta estaba totalmente seca, como si llevara días sin beber agua. Le dolía todo, la cabeza, los ojos, la garganta, la espalda, las piernas, todo su cuerpo.
- ¿Estás bien? – Dijo Laura mientras se tumbaba a su lado y la observaba directamente, como si pudiera desaparecer en cualquier momento. Ese fue el mayor temor de Laura cuando vio a su mejor amiga caer al suelo la tarde anterior. No sabía quién era ese chico, pero tenía problemas realmente serios, porque lo que había hecho no era ni medio normal. Cuando Emma se desmayó, Bruno fue directo a Daniel y empezó a amenazarlo, mencionando nombres o castigos que no entendía. Aunque tampoco tenía intención de comprender lo que le decía, estaba demasiado ocupada teniendo el cuerpo de su mejor amiga entre sus brazos, gritando su nombre incontables veces intentando que se despertara. No obtuvo ninguna respuesta. Trató de llamar a una ambulancia, pero su móvil no tenía datos. Ni el suyo ni el de Emma, con el que también lo intentó sin suerte.
Recordaba perfectamente cómo Daniel desapareció sin decir nada. Bruno se acercó a ellas, cogiendo a Emma por los brazos y empezó a ir hacia el coche, como si de alguna forma supiera dónde estaba, aunque imaginaba que no era difícil deducir que estaría aparcado en el aparcamiento del principio del bosque.
- Escucha, ese chico tiene problemas, estamos intentando ayudarle, pero no está siendo fácil.
- Me da bastante igual qué tipo de ONG tengas para personas así, cuando Emma esté bien iré a denunciarle.
- ¿Les dirás que un chico que no conocéis de nada apareció en un bosque que no sale ni en los mapas y mordió a tu amiga? – Laura tembló ante lo absurdo que aquello sonaba, pero asintió. – Escucha, ella va a estar bien. Aun así, creo que me deberías dar su dirección para ver cómo está en unos días.
- ¿Perdón? Primero, no te conocemos de nada. Segundo, esto me parece lo más surrealista que he vivido nunca, no te pienso dar su calle para que puedas acosarla o qué se yo. – Bruno puso a Emma en los asientos de detrás del coche y cerró la puerta.
- Solo digo que igual necesitas ayuda, y ella también.
- No necesitamos nada, y menos de ti. – Laura se metió en el coche y arrancó rápidamente. Quería desaparecer de allí, intentar olvidar todo lo vivido esa tarde. Aunque estaba claro que eso era imposible con su mejor amiga desmayada en la parte trasera del coche. Una hora después llegó al hospital más cercano que encontró. Y sí, efectivamente la trataron como si estuviera loca, como si aquello que estaba diciendo no tuviera el más mínimo sentido. Entendía que pensaran así, pero no después de mostrarles el estado de Emma. Pero aun con el cuello sangrando tuvieron la valentía de preguntar si aquello había sido algún juego sexual que había llegado demasiado lejos. Lo único que hicieron fue ponerle una venda y decirle que se fuera a casa.
- Supongo. – Dijo Emma susurrando, tratando con todas sus fuerzas hablar. - ¿Tienes agua? – Aun sin abrir los ojos, escuchó los pequeños pasos de Laura yendo a la cocina. Supo que estaban en su apartamento porque no tuvo que bajar escaleras. La casa de Laura tenía dos pisos, en la parte de arriba estaban las habitaciones y en la de abajo la cocina y el salón. Llegó pocos segundos después y le colocó el vaso de agua en la mano. Emma abrió poco a poco los ojos frunciendo el ceño a medida que la luz entraba en su campo de visión. Realmente le estaba irritando mucho aquella situación. Poco a poco cambió de posición y se fue sentando en la cama. A medida que el agua entraba en contacto con su garganta se empezó a sentir mejor. – Estoy loca ¿o realmente me mordió un chaval en un bosque?

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La casa del bosque
FantasyEmma y Laura viven día tras día de la misma forma: universidad, estudio, y estar juntas. Nada ha cambiado desde que se hicieron amigas años atrás. ¿Qué pasaría si todo cambia al encontrarse una pequeña casa en un bosque desconocido? Laura y Emma se...