Jade [SAKURA HARUNO] COMPLETO

Capítulo 50

"¡¿Donde esta el?!" Grité fuerte cuando abrí las puertas de golpe, corriendo en el hospital como una loca. Todo mi cuerpo está temblando de miedo y nerviosismo, mi cabello largo está desordenado y me llega a la cara, la ropa está desparramada. "¿Dónde está Sai?" Le pregunto a la enfermera más cercana, la mirada triste en su rostro hace que mi corazón lata aún más rápido.

"Él está en la operación, Haruno-sama" susurra y mira hacia las puertas. Sin decir nada, empiezo a correr hacia ellos, con lágrimas corriendo por mi rostro. "¡No puede entrar, Haruno-sama!" La misma enfermera corre detrás de mí. "Tsunade-sama está en operación" me informa con esperanza.

"N-necesito i-ir" tartamudeo con lágrimas corriendo por mi rostro. Pero antes de que pueda dar otro paso, siento cuerdas de chakra en mi cuerpo, atándome a un lugar. Miro hacia atrás, mirando a Sasori y Shisui con una mirada hueca. "D-déjame ir, s-sasori" murmuro tartamudeando, tratando de liberarme de su agarre.

"Necesitas calmarte, sakura-chan" shisui comienza a acercarse a mí, haciendo una mueca por mi salvaje temblor. "Sai estará bien" susurra en voz baja y sonríe, da otro paso adelante y me envuelve en un fuerte abrazo. Dudo en poner mis manos alrededor de él, luego me rendí, dejando escapar fuertes y feos sollozos de mi boca. Me deslizo por el suelo, incapaz de ponerme de pie, mientras lloro con todo mi corazón. Sasori y shisui se sientan a cada lado de mí, abrazándome y dándome palmaditas. Tratando de calmarme.

"¡Sakura Chan!" Naruto e Ibiki corren por el pasillo y me ven en el suelo, llorando como un desastre. "Sakura... chan..." Naruto susurra en tono sorprendido. Lentamente se acerca a mí, arrodillándose frente a mí y envolviéndome en un fuerte abrazo. Apoyé la cabeza en su pecho. Llorando una vez más. Ibiki no dice nada, mientras se arrodilla frente a mí y Naruto y nos abraza a ambos, palmeándonos la espalda.

"Está bien, mocosa" susurra Ibiki con voz tranquilizadora. "Puedes llorarlo todo" dice tristemente mientras continúa acariciando mi espalda. Sai pasaba mucho de su tiempo en nuestra casa y supongo que Ibiki comenzó a ver a Sai como su otro hijo. Asegurándome de decirle que es bienvenido en nuestra casa cuando sea.

"Ella estará bien, cuando se despierte" dice ibiki gentilmente, recogiendo del suelo a la sakura dormida y sentándola con cuidado en el cahir. Naruto se sienta al lado de su hermana, dejando caer la cabeza sobre su hombro. No habla, sus ojos inyectados en sangre por las lágrimas no derramadas.