Saving Our World «𝐂𝐑𝐊 𝐀𝐔»

El paquete

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Un día más como los demás, supongo aunque sentía que algo no estaba bien, algo faltaba, bueno, esto es normal de echo el sentimiento de vacío lo eh sentido desde que tengo memoria, no recuerdo nada de mi infancia, es como si alguien me la hubiera quitado, no suelo despertarme con este sentimiento de vacío, a menos que tenga sueños confusos, pero ya no hay tiempo de andar cuestionándose. Son las seis de la mañana y debería empezar a levantar a las bestias para comenzar los preparativos de hoy. El sueño me consumía, me sentía bastante cansado, sentía como si en cualquier momento un poco de viento podría tirarme al piso, estaba tan perdido, mi mente se quedó viendo mi bota mientras pensaba si me la ponía o no, o mejor dicho, si, tenía que ponérmela.

Las horas pasaron en un abrir y cerrar de ojos, mi garganta aún seguía funcionando como si no se me desgastara nunca la voz, aunque una vez tuve un pequeño problema que me dejo sin habla por casi una semana... pero eso ya no era de importancia. Deje a las bestias mayores a cargo de las menores para que sean guiados en las distintas áreas de su posible futuro trabajo. Hoy el día estuvo pacifico, sin rastros de la galleta que viene a inspeccionar la torre, y tampoco sin rastros de la maestra... no ha venido, no sé si eso es bueno o malo, pero no quiero descubrirlo.

Tuve que buscar una nueva receta, o crear una, que nazcan bestias más fuertes pero ninguna de las rectas del libro me sirve, así que me fui al lugar que tome como secreto, era como una pequeña oficina toda hecha polvo, algo que no me eh molestado en investigar a fondo y mucho menos limpiarlo, empecé a buscar entre los libros uno de recetas, pero en eso no me di cuenta que me sobrecargue en la estantería ya que intentaba alcanzar un libro en lo alto, pero sonó un crujido y todo se vino abajo. Solté un gran insulto apenas me caí sobre la madera.

-Maldito sea el que hizo esta estantería, uhg, mi mano... -mire mi mano entre la oscuridad y con mi dedo toque y por suerte no me había clavado ninguna astilla, eso sería un gran problema sabiendo que mi brazo de pastel no sería de gran ayuda- Umh? ¿Qué es esto...? ¿Es un libro de recetas? "Recetas especiales", ok, creo que es solo un libro normal de recetas simples como un queque, pero tal vez pueda sacar un poco de inspiración para mi prox- -me quedé atónito viendo el libro, ¿Qué demonios era esto?, ¿De dónde había salido?, ¿Quién demonios pudo haber escrito este libro y porque tenía una cantidad de recetas de bestias?, pero eran... las básicas al parecer, pero estaba detallado de como cocinarlas y entrenarlas debidamente y cada una tenía un entrenamiento distinto, ok, esto me está empezando a dar miedo... más que esto no era un libro normal...-

Un ladrido a mis espaldas me sobresalta tirando el libro y sin prestar atención en que página se había abierto, era mi pequeño chiffon, al parecer hoy era su día de paseo y se me olvido por completo, en ese momento ábrase a chiffon y empecé a pedirle perdón por no haber recordado que hoy salíamos a dar una caminata, pero el solo se limitó a lamerme la cara, esa acción me causaba cosquillas, lo baje de mis brazos y lo primero que hizo fue correr hasta el libro que estaba tirado en el piso, pensaba que se iba a recostar en el pero en eso empieza a con sus mini patitas a mover página tras página, algo que claramente llamo toda mi atención y me acerque más para agacharme y ver que estaba buscando, en seco se detiene y revisa la página, da dos toques con sus patitas para que empiece a leer y yo de mandado le hago caso.

-Ok Chiffon, dame permiso querido, que buen chico eres, te mereces un premio por ser tan buen chico, tómalo -Dije sacando una pequeña bolsa de premios para mis Cake Hounds, así que se lo di y se quedó a un lado comiendo, mientras yo empezaba a ojear un poco la página hasta que encontré lo que chiffon me señalaba - Esto es... ¿el lugar de un cofre? pero en donde se ubicara exactamente... sabes que chiffon, lo veremos en la noche, cuando todos duerman, ya que no debería estar aquí y mucho menos en horario de trabajo y en 10 minutos tendré que ir a dar la bienvenida a los nuevos reclutas que nacerán, ¡no puedo perderme ese momento!