Capítulo 07

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Capítulo 07

Me encontraba jugando Minecraft es mi juego favorito. Es lo que hago en mis tiempos libres, no suele caminar o hacer otra cosa solo eso y me relaja, a veces me encuentro estresada por pequeñas cosas, jugar Minecraft me hace bien ha estado presente por varios años de mi vida. Era miércoles, tenía que hacer tareas para el viernes pero no tenía internet.

Adán Cooper

Hey, ya hiciste la tarea que es para el viernes

Sofía

No, no tengo internet.

Adán Cooper

Ya te recargo, para que tengas internet

Alguien se a apiado de mí y me recargara, agradecida con el de arriba.

Al rato me llego un mensaje de que me habían hecho una recarga, ¿si estaba feliz? Claro que sí, alguien me recargo, normalmente mi mamá me recarga una vez a la semana y ese internet me tiene que durar toda la semana, pero imposible no me dura mucho.

Seguí jugando, tiempo después me puse hacer las tareas que tenía que hacer, paso el jueves y llego el viernes Adán no me pidió la tarea y ese día no fue a clases. Y llego el fin de semana era domingo, no sabía nada de Adán normalmente no me fijo si iba o no iba a clases, esta vez sí me preocupe. 

Adán Cooper

Hola, iré a tu casa más tarde

Vi el mensaje, creí haber mandado una respuesta. Estaba cansada así que me acosté un rato. Mi madre se encontraba en la casa, mi hermana salió, algo muy normal de su parte.

—Sofía, Sofía, Sofía levántate ahí afuera esta Adán, ve ha cepillarte los dientes

Al parecer Adán no había tocado la puerta solo había llegado al frente y empezó  llamarme, mi teléfono jamás sonó porque estaba en silencio a penas entras a ese mundo no puedes salir de él.  Tenía 3 llamadas perdidas de Adán, eran las seis  no Salí, fui hacer lo que me dijo que hiciera mi madre, me fui a cepillar los dientes antes me había bañado y lavado el cabello. Cuando iba a salir mamá se encontraba afuera hablando con Adán, no pasó mucho cuando mi mamá entro y nos dejó solos.

—Hola…

—¿Estabas durmiendo?

—No, ¿por qué?

—Es que se nota en tu cara, tienes la marca como de una cobija, así que dormiste bien. —señalo mi rostro, en el lado donde tenía la marca.

Pasando pena, Pasando pena, no me había dado cuenta de eso. ¡Rayos!. Puse algo de cabello en el lado derecho en donde tenía la marca.

—¿Estas escuchando música?

—Si la que el atardecer está pidiendo

—¿Si?

—Ven escúchala conmigo —me ofreció el otro audífono para así ambos escuchar la canción, si les soy sincera no sabía que canción era, se escuchaba triste y melancólica, quien la cantaba no te sé decir.

—Se escucha triste —mirándolo, él no dijo nada, dejo de hacerlo y me pongo a ver el atardecer también.

El atardecer tenía un color azul oscuro ya la noche se acercaba, luego morado y para finalizar un naranja no tan llamativo. Estábamos escuchando música, nadie decía nada, éramos solo nosotros dos ahí. Viendo el atardecer juntos por primera vez.

Mi primo vive en la casa del frente, al parecer estaba haciendo algo en el techo porque tenía la escalera a un lado de la casa. Tenía rato esa escalera ahí

—Hola ¿Qué hacen? —Dice llegando a donde estábamos nosotros, le regreso el saludo y me quite el audífono del oído.

—¿Nos podemos subir al techo de tu casa por la escalera? Adán hablo casi en un tono entusiasmado a penas hablo mi primo.

—Si claro pueden usarla y subirse al techo, no hay problema.

—Está bien, vamos Sofía. —no dije nada, solo la idea de subir por la escalera me daba miedo, le tengo miedo a las alturas. Ni porque fuera Adán Cooper que me estaba pidiendo subirme quería hacerlo.

—No, no me subiré —mirando a Adán a los ojos, podía ver su entusiasmo, aun así no quería hacerlo.

—Vamos será divertido aparte veremos mejor el atardecer desde ahí.

—Si Sofía vayan no le tengas miedo, no te pasara nada —hablo mi primo tratando de convencerme también 

—No. ¿Quieres un vaso de agua? Te traeré un vaso de agua.

No deje que Adán hablara un sí o un no, igual fui por un vaso de agua. Al volver estaban los dos sentados en la acera al parecer Adán le estaba mostrando algo en su teléfono, eran videos musicales. Me senté en su lado derecho para ver lo que estaban viendo.

—¡Mira! —dijo Adán mientras reía.

Era un video en el cual el cantante le pasaban varias cosas y su ropa estaba toda dañada a la final lo llevan en una ambulancia aun así le pasan cosas, sale corriendo del hospital, todo parece bien sigue cantando y un carro le llega y termina el video. Él se pone a reír, el video le causo gracia, de mi parte no me causo nada.

—Ay que sería eres ¿Acaso nunca te ríes?

No me dejo responderle cuando se voltio y le mostro el mismo video a mi primo a él si le causo gracia. Pasaron a ver otro, no quería que viera, porque decía que no me iba a reír también conjunto con ellos.

—Ya veamos este, es de una nueva cantante creo —esta vez sí me dejo ver acerco el teléfono más a mí  para que ver mejor de que era el video.

Trataba de que ella lo vio a él, lo saluda, se hacen amigos y se enamoran. Pero no pasa eso realmente ella no puede saludarlo bien porque se pone nerviosa, no pasan de un hola, pero ella dice que desde que lo vio se enamoró de él. Aunque eso es lo que más o menos recuerdo de la letra de la canción.

Paso un rato y Adán se pone a buscar varias canciones, y pone la de Dua Lipa Break My Heart, se pone hacer la coreografía o aunque sea lo intenta.

—¿Acaso él es gay? —me pregunta mi primo en un susurro

—No, él no es gay, aunque si lo fuera seria genial tener un amigo gay —respondo todavía admirando la excelente coreografía de Adán, que se note el sarcasmo.

—Bueno, suficiente baile por hoy —apaga la música sentándose en la acera de nuevo. —Me acostare aquí.

Adán se acostó en la acera, mi primo se fue su madre lo llamo para que hiciera la cena.

—¿En serio te acostaras ahí?

— ¿Acaso no me ves?

Saque mi teléfono de mi bolsillo encendí la cámara y le tome dos fotos, en una salía con su brazo izquierdo tapándole la cara y su bolso de almohada, en la otra como ya sabía que le estaba tomando fotos por el flash del teléfono, salía con los ojos cerrados, con su mano izquierda en su pecho resaltando un anillo que tenía en su dedo índice y con una ligera sonrisa en su rostro.

Paso un rato me senté a su lado, observándolo, él se sentó y se acomodó de modo que quedáramos mirándonos frente a frente.

—Me voy, ya es algo tarde —su mirada decía otra cosa

¿Desde cuándo yo leo miradas?

—Me…me envías cuando llegues.

—Sí, lo hare —seguía mirándome, dejo de hacerlo porque se levantó, también me levante y me dio un pequeño abrazo y se fue, ni me dejo responderle el mismo.




Mientras vemos el Atardecer © Libro 01 - Terminada ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora