Capítulo 02

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Capítulo 02

Hoy viene Adán estaba cociente de eso, eran las 9:44am y mi teléfono empieza a sonar, andaba como loca buscándolo no sabía dónde lo había dejado ayer en la noche cuando veo.

Llamada entrante

Adán Cooper

— ¡Rayos! —Adán de seguro llamaba porque venía en camino, y no estaba lista, no había acomodado la sala bien, incluso no me había ido a bañar seguía en pijama.

—¿Estas bien? —en tono curioso, con una ceja alzada mi hermana me miraba  de aquí para allá.

—Adán está llamando y no quiero contestar, sabes que no me gusta que me llamen— dije señalando el teléfono lo tome del lugar de donde estaba, en una mesita de noche —Toma contesta tú.

—¡Por Dios Sofía! Contesta es solo una llamada no te pasara nada… —ella seguía en su cama.

—Ya se perdió, ni modo —me alivie por un momento, y me senté en mi cama.

El teléfono vuelve a sonar

Llamada entrante

Adán Cooper

—No puede ser, otra vez…—no término de hablar cuando mi hermana me interrumpe y me dice que le conteste de nuevo. ¿Qué les cuesta a las personas  entender que no me gustan las llamadas? Ni hacerlas, ni recibirlas, simplemente no me gustan.

—Está bien contestare —de mala gana tomo el teléfono y deslizo la pantalla para responder.

—Hola, seguí la dirección que me diste pero aun así no entendí, le pregunte a una señora que vive en una esquina y me dijo que es al frente de una casa naranja…

¿Una casa naranja, cual casa naranja? ¡La de al frente de tu casa niña! Así verdad

—Ah sí…así es y vivo al lado de una casa blanca.

Escucho un pequeño suspiro de su parte. —Tienes que ser más específica, hay varias casas blancas

—Pero no todas tienen una casa…

Niña, tu casa también es blanca

—Vivo en una casa blanca con azul, al lado de una casa verde y una casa al frente de color naranja…

—Ah si ya creo que la vi, ¿pero no puedes salir para saber dónde llegar mejor?

—Si claro, ya salgo —de forma inconsciente sonrió

Andas en pijama, en tu pijama de caballos

—Digo, perdón, saldrá mi hermana por mí

—Pero no recuerdo quien era tu herma…

No dejo que termine de hablar porque me fui corriendo a cambiarme.

—¡Levántate que Adán que ya viene! —le grite a Oriana cuando corría a cambiarme.

Termino de vestirme, me puse un pantalón y un suéter azul, recogí mi cabello, me veía bien, decente, eso pensaba, no era de esas que se tardaban en arreglarse. En resumen, ni me peine el cabello.

Salí de la habitación de mi madre y me dirijo al pasillo, hay una puerta de vaivén con una ventana en un lado y desde detrás de esa ventana lo vi a él, tenía tiempo sin verlo, pero apenas lo vi me puse nerviosa.

¿Por qué rayos me ponía nerviosa? Es solo un amigo que tenía tiempo sin ver, solo eso.

Mientras vemos el Atardecer © Libro 01 - Terminada ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora