IV

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Auron frunció el ceño al ver al sonriente Rubius parado delante de él.

—¡Caalvoo!

—¿Rubius?

'Deja vu' pensó Auron.

El chico slime con cara confusa preguntó: —¿Qué haces aquí? —Puso una mueca de fastidio —Anda, seguro que vienes a joder.

El pie de Rubius se atravesó justo antes de que Auron le cerrará la puerta en la cara.

—Hombre calvo, ¿Solo puedo visitarte cuando te venga a putear? —El oso aún con su sonrisa ladeó la cabeza para poder ver al slime por la parte entreabierta de la puerta.

El chico frunció de nuevo el ceño y entrecerró los ojos desconfiado de la presencia del híbrido.

—Te he traído un regalo.

Auron abrió la puerta y dejo entrar al oso al búnker, aún desconfiado por su presencia.

Como el slime andante aún desconfiaba del híbrido junto a el, decidió subir a una de sus torres, específicamente en la cual no había nada más que unos muebles viejos. Era más un ático que Auron usaba como sala ya que sus torres eran las únicas zonas de la casa decoradas y usadas como: Un cuarto (que era de su compañero de piso Adán) el cual ahora era de el. Su consulta de psicólogo y la última, a la cual estaban llegando.

Trataba de subir lo más rápido posible ya que sentía la mirada del raro híbrido en su trasero y era bastante incómodo para el slime.

Al llegar Auron se sentó en el sofá y termino acostado gracias a que estaba cansado física y mentalmente.

El oso sin otro lugar para sentarse se sentó en una alfombra la cual estaba frente al sofá y se dedicó a observar a Auron taparse los ojos con el antebrazo.

—¿A qué vienes Rubius?

—Yo...

Primero Muerto Que Completamente Sumiso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora