VIII

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—¿Quieres saber en verdad?

Rubius sin pensarlo dos veces asintió lentamente mirando con la boca entreabierta al slime.

—Pobre oso guarro, estas que babeas por este calvo sexy. —Nego con la cabeza con cierto pesar de tener la dicha de ser un viejo sabroso.

Rubius cambio su expresión a una de aburrimiento y un poco de reproché para el anaranjado.

Este simplemente metió su dedo índice en la boca de híbrido para que probará el dulce sabor a miel que ahora era parte de el.

Rápidamente con cara de asco lo saco y la baba que quedó del oso en su dedo la limpio con la sudadera blanca del nombrado, el cual tardo unos segundos en reaccionar.

El mayor se quedó mirando al híbrido esperando que demostrará señales de vida.

—Joder...

—¿Joder...?

—Es— Rubius se estaba enredando con sus propias palabras en su cerebro. —¿Puedo probar de nuevo?

Auron de nuevo hizo una mueca de asco y nego varias veces con la cabeza.

—¡Tío es demaciado buena, porfavor!

—No Rubius, ya me voy a mi casa. —El slime aún con una mueca de asco y extrañes se dió la vuelta y siguió su camino con las manos en el bolsillo delantero de su sudadera blanca.

El oso solo se quedó viendo al chico que hace dos minutos le había dado de probar la miel más exquisita que había entrado en su boca.

-Ya verás Auronplayas, probaré de tu miel cada que pueda.

Primero Muerto Que Completamente Sumiso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora