III

673 54 0
                                    

Había pasado una semana y media la cual Rubius no había visto a Auron salir de su búnker.

A pesar de que ellos dos no pasaban tiempo juntos, Fargan le contó a Rubius que no había visto a Auron desde hace un tiempo.

-No nos vemos nunca y ahora que no quiere salir menos tío- penso el oso.

Así que Rubius fue a casa de Auron con un regalo y decidido a que haría que el slime naranja saliera de una puta vez.

Estaba en la puerta de la casa de Auron esperando que saliera, ya que llevaba un buen rato tocando la puerta y nadie le abría.

Unas voces en el interior de la casa llamaron la atención de Rubius, el cual pegó la oreja a la puerta para tratar de escuchar bien lo que decían.

—¡Voy a abrir la puerta!

—¡No!

—Si no sales tú, saldré yo.

—¡Es mi casa! Tú estás aquí gracias a mi, así que si no quiero salir nadie saldrá y punto.

—¡Una semana y media Auron! Eres el psicólogo de Karmaland el cual ayuda a las personas, pero ¿Quien te ayuda a tí? Debes dejar que quien sea que vino a saber cómo estás te pueda consolar Auron, —La voz femenina se detuvo un momento —Yo no te puedo ayudar porque sinceramente no sé cómo hacerlo, porque no te conozco, pero los chicos si. A pesar de que te dejaron solo un buen rato alguien vino seguramente a saber cómo estás porque llevas días sin ni siquiera asomarte a saber que es el exterior.

Todo se quedó en silencio y el oso espero ahí un rato para luego escuchar unos pasos hacia la puerta donde estaba él.

Estaba un poco ansioso por ver si era Auron quien le iba a abrir. Quería saber cómo reaccionaria al ver que él le fue a visitar.

Primero Muerto Que Completamente Sumiso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora