Nunca te dejaré... (Naoto x Mikey)

▪︎Cap 3▪︎

Me enamoré , o mejor dicho me di cuenta de que estaba enamorado, en un día de otoño, donde todo está muy colorido y soleado. Las hojas caían con el pasar de los días, los animales se refugiaban para la llegada del invierno, todo estaba fresco. Las personas comenzaban a usar ropa más abrigada y yo no era la excepción.

Me tardo un tiempo pero me pude darme cuenta, o mejor dicho aceptar, que esa persona marcaría mi vida por completo, que esa persona no seria como las demás, que esa persona seria especial.

Recuerdo que eran los días finales de la estación primavera, mi hermana me llevaba a su cita con Takemichi, creo que no se daba cuenta que me hacía sentir como el mal tercio, acabábamos de salir de una cafeteria, mientras ellos estaban en su propia burbuja yo me divertía aplastando las hojas secas y disfrutando de su sonido al crujir. Se que sonará infantil para un chico de casi 15 años, pero la verdad que me relaja el modo en que se rompe.

Yo me había adelantado unos pares de metros, para no escucharlos tartamudear o verlos sonrojarse por cosas tontas, de verdad me fastidia, pero al parecer mi hermana se dio cuenta que me había alejado y me llamo. Me gire para verla, solo para que escucharla decir que tenga cuidado. No entiendo que me cree, yo no soy un pandillero como su novio, en fin, no le tome tanta importancia y seguí caminando por el montón de hojas caídas.

Al estar muy concentrado en lo que hacía, no me di cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, no sabía si todavía estaba con la pareja de enamorados, lo que me sacó de mi trance fue que venían dos jóvenes corriendo a gran velocidad, al instante sentí que alguien me agarraba de los hombros y me utilizaba de escudo, me trate de dar la vuelta para saber quien era pero de repente siento que el sol se había ido, me giro para comprobarlo y no, el sol no se había ido,  solo estaba que nos tapaba un gigantesco chico de trenza rubia muy, pero muy, molesto  y al parecer llevaba el uniforme de una pandilla, carajo, ya me metí en problemas.

Lárgate Ken-chin!! - Por dios!!, siento que me han roto el tímpano!, ni siquiera me pueden dejar pensar en lo que puedo hacer para salir de esta situación-

Sueltalo mikey, o acaso tu altura no te deja pelear?,  maldito enano- en ese momento, sentí como me empujaron y caí al piso, raspandome las manos en el proceso-

Tch maldición, que mierda les pasa? - susurre para mi mismo-

Al azar mi cabeza pude ver bien quién fue el que me había tirado, aunque fue de espaldas pero pude verlo, era un enano con coletita rubia y también tenía un uniforme de pandillero, pude sentir que su aura era muy pesada, estaba molesto sin duda,  no se preocuparon por mí, aunque tampoco esperaba que lo hicieran, solo me quedé ahí sentado en medio de la calle.

No importa si me quedo aquí verdad?- pregunte pero al parecer ni me escucharon, mi hermana sabe que me gustan las peleas, no me gusta ser yo el que las ocasione o el que este en ellas según mi padre eso está mal, pero me gusta espectar y una pelea es mejor en vivo, así que me acomode bien, ojalá hubiera traído bocaditos de saber que esto pasaría, literalmente estoy a punto de ver un pelea de dos personas completamente desconocidas para mí...pero eso es lo de menos, la cosa es ver quien gana.

Vi como el más chiquito levantaba un poco su pierna mientras que el más alto se quedaba quieto y veía que era lo que el otro iba a hacer, todo estaba bien hasta que lo pateo rudamente en la parte innombrable, eso hasta a mi me dolió, el más alto se agarraba la zona afectada y soltaba algunos insultos al más pequeño y este último aprovechando que estaba inclinado le dio una gran bofetada que hizo tambalear al más alto.