Oneshots Spainrp de todo tipo

Cartas de amor al aire

(Volkov)

Las tres de la mañana, mi apartamento solamente iluminado por el leve brillo de las estrellas.

Eran días duros, y no iba negar que en lo más profundo de mí sentía una gran preocupación por aquel hombre que a pesar de reiterarme numerosas veces que quería estar solo, sabía que en estos momentos no estaba en una situación agradable.

-Conway...por qué no te dejas cuidar ni en tu momentos duros? Eres tan cabezón...-murmuré para mí mismo, y chasqueé mi lengua con algo de impotencia.

-Joder, ya hasta me hace hablar solo ese "capullo". Si es que me enerva. Se pasa todos los jodidos días gritándome y ordenándome cosas y yo, como buen comisario trato de cumplir cada una de las tareas que me manda, trato de estar para él, y él, se esfuerza muchísimo para que toda la malla y yo estemos seguros, pero si él necesita ayuda no me la pide, prefiere matarse por dentro con sus pensamientos y ahogarlos en alcohol sabiendo que yo le daría mi hombro para llorar y mis brazos completos para levantarle si realmente se estuviera cayendo al vacío.

Empecé a jugar con el mando de la televisión entre mis manos, cerré mis ojos, escuchando las palabras japonesas que salían de los altavoces, sin prestarlesmucha atención.

-Con todas las personas que han habido, todas las personas a las que he ignorado sin querer que me hagan daño, y tenía que ser él  la persona más complicada de los Santos la que me robara el corazón, teniéndolo en sus manos y pudiendo apretarlo en su puño para jugar con mis sentimientos lo que él quiera.

-Y que no cuente conmigo, que no se digne a rebajar su orgullo mínimamente y reclamar mi presencia en un día tan importante como es el aniversario de la muerte de ella duele.

-Qué tengo que hacer para ganarme su confianza, para que se atreva a sonreírme, a salirse de su papel de honbre rudo y de piedra y hablarme de sus sentimientos y de lo mal que lo está pasando?

-Cree que acaso no me doy cuenta? Cree que no me doy cuenta de que en el momento en el que paso a su despacho se acomoda las gafas para que no vea sus ya muy severas ojeras y empieza a hacer esos comentarios de siempre, que si es God, que si es el mejor...

-Jack, por qué no puedes creerte todo eso que dices? Para mí lo eres, claro que sin ti esta ciudad estaría en la mierda, todos te necesitamos, en comisaría, en la ciudad, yo...

-Por qué no puedo ser tu razón para vivir? Por qué tienes que vivir por una pasada promesa de resistir? Es eso lo único que te mantiene atado a la ciudad y a este mundo? No puedo ser yo tu motivo? Qué tenía ella que yo no?

-Algún día me atreveré a decirte que sé que no estás bien? Que sé que solo tratas de ser fuerte para que no nos preocupemos? Que te rompes cada vez más para que nosotros no nos rompamos, por que alguien debe de mantenerse firme en comisaría ante todo lo que está ocurriendo con las mafias para que no se desmorone. Por qué debes de ser tú?

-Por qué crees que debes de complacer a todo el mundo? Por qué antepones tu trabajo a tu felicidad?

-Jack, por qué cojones te alejas cada vez más de mí? Por qué cojones piensas que eres una molestia para mí, que no estoy dispuesto a darlo todo por ti?

-Lo daría todo, todo por salvarte y que no tuvieras que pasar por toda esta mierda.

-Por eso, Jack, por eso te prometo que algún día dejaré de escribirle estas asquerosas cartas de amor al aire, y te las dedicaré a ti, te confesaré todo lo que siento y ya no te dejaré irte y aislarte, te voy a cuidar.

-No voy a permitir que te rompan más, no voy a permitir que más lágrimas con sangre salgan de tus ojos, por debajo de tus gafas.

-Espero, anhelo ese día en el que me digas que tu corazón late solo por mí, tal y como el mío late solo por ti.

-Agradezco al destino por ponerte en mi camino. Si estoy aquí es por algo, y ese algo es ser tu pilar de apoyo y que tras años y años, puedas sentirte bien, y apoyado.

-Pero claro, si no te dejas qué puedo hacer? De todos modos nunca se me van a dar bien los sentimientos y de verdad, que no quiero dañarte.

-Te prometo que algún día, aunque sea lo único que haga mientras mi débil pulso se va desvaneciendo, lo haré, te abrazaré y te haré sentir querido.

-Ya que al igual que ella, si yo muero, moriré amándote, en esta vida y en todas las siguientes si es que las hay.