Mei—¿Quién eres?
La chica no volteo, ni siquiera parecía haber escuchado a Mei y eso la descolocó ya que estaba bastante cerca a ella. Mei se sentó a su lado aún con incertidumbre y prontamente acercó su mano de forma tarda, en ese instante la chica se levantó con brusquedad asustando a Mei quien se alejó levemente. La chica solo volteo sin dejar ver su rostro y caminó hasta la puerta mientras Mei, inútilmente, trato de detenerla. Por cada paso que daba la chica ésta se volvía mas y más traslúcida hasta desaparecer completamente.
Mei miró con pasmo la puerta por unos segundos hasta que recobro el sentido y fue rápidamente a abrir la puerta para corroborar que lo que vio fue real y no una mala broma que le jugó su cerebro. Mei abrió la puerta y observó por esta volteando su rostro de izquierda a derecha con velocidad para luego retroceder nuevamente hasta sentarse en su cama.
Mei no era mucho de creer en espectros o fantasmas, era muy incrédula en ese sentido; pero lo que ocurrió en esa habitación cambió su forma de pensar drásticamente. Mei siempre tuvo la filosofía de "Ver para creer" pero esa vez ni viendo o sintiendo con su propia carne podía creer que un espectro, o mejor dicho, Yurei estuviera en su habitación esa oscura mañana a las 10:07 Am. Mei suspiro con pesadez y luego se puso a analizar lo mejor que podía lo ocurrido.
Mei—Este día fue muy extraño
Y sin duda lo fue, primero salió definitivamente de su escuela a la cual había asistido desde que tenía no más de 7 años; luego recibió un trato que nunca se esperó y luego ocurrió lo de hace un momento.
Mei tenía, ciertamente, una gran cantidad de preguntas sin respuesta o al menos eso creía ella.
En la academia Aihara, apenas iniciando el receso, Maruta se encontraba siguiendo a Himeko para revisar que las estudiantes si estuvieran siguiendo las reglas del instituto. Cuando ya habían dado la vuelta a la escuela, Himeko le dijo a Maruta que la disculpara para luego irse al lado de Harumi.
Himeko y Harumi han estado conversando desde hace ya varios días casi volviéndose amigas de no ser por la terrible actitud que ha tenido Harumi, no hablo de ser grosera ni nada por el estilo, hablo de que Harumi ha tenido una muy baja autoestima, no tiene disposición para hacer nada y casi siempre se la pasa absorta en sus propios pensamientos, por culpa de eso a Himeko se le ha hecho difícil conectar con ella de alguna manera.
Maruta se quedó frente a un salón de clases al ver que Himeko, la actual presidenta, se iba con Harumi hacía la parte de atrás de la escuela. Ya se iba a ir cuando en ese instante la puerta del salón se abrió de golpe dejando ver a una chica pelirroja quien cayó sobre Maruta y dentro del salón habían dos chicas, una de cabello corto y negro quien reía y estaba justo al frente de la puerta y otra chica de cabello castaño largo recogido en una coleta quien había sido la responsable de haber abierto la puerta. Maruta se levantó y regaño a las estudiantes para luego ayudar a levantar a la chica quien se llamaba Hanna Kishitou.
Hanna—Gracias, y lamento haber caído sobre usted
Maruta—No te preocupes —Voltea a ver a las chicas—, al final fueron ellas las que lo ocasionaron ¿Verdad?
Hanna—Ehmm si, claro y nuevamente gracias
Hanna se iba a ir cuando Maruta la detuvo justo en ese instante para luego invitarla a comer junto a ella al no tener con quien pasar el resto del receso, Hanna acepto con gusto y se dirigieron a la cafetería.
Las dos chicas pasaron un agradable momento juntas y se podría decir con facilidad que eran amigas aunque ambas veían a la otra como una agradable compañía sin más. Luego del receso y del día en la escuela en general, Maruta se volvió a encontrar con Hanna en la salida en donde, con gusto, saludo a la pelirroja y ésta devolvió el saludo de igual manera; ya se iban a ir de no ser por una grata sorpresa para una chica castaña y una confusión enorme de parte de la chica pelirroja.
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Citrus: Yūrei No Kimochi (幽霊の気持ち)
FanfictionDespués de su muerte hay tristeza y dolor, pero una visita del más allá hará que ese dolor y tristeza se vuelva alegría.