Capítulo 19

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Renata camina hasta su casa y entra por la puerta de atrás que da directo a la cocina, se sienta en el comedor y comienza a ver el anillo y lee una vez más la frase.

—Te amo mucho mi amor — sus ojos se cristalizaron — espero que algún día me puedas perdonar todo el daño que te cause, no se si algún día te pueda contar lo que me paso, pero si lo hago espero y no sea demasiado tarde.

Renata apoya la cara en sus manos y vuelve a llorar. Sube su rostro cuando escucha a su nana hablar.

– Feliz Cumpleaños mi niña

Gracias –susurro–

—Fui a tu cuarto y no estabas

– Me quede dormida con Gitana –si a eso se le puede llamar dormir, porque no deje de tener pesadillas o mejor dicho recodar lo que me hicieron.

—limpio mis lágrimas –

–Mi niña no estés así,  hoy es tu cumpleaños mi amor –trataba de darle ánimos– ándale sonríe

– no tengo nada que celebrar ni motivos para sonreír

Su nana intento abrazarla pero ella la esquivo

–¿quiere algo de comer?

– no tengo hambre. mejor prepararme un té de esos que siempre me haces cuando estoy enferma, pero esta vez que sea algo para curar el alma, te lo juro que esta vez si me lo tomo por que en verdad lo necesito. –si voz se quebró –

– no soy quien para juzgarte ni mucho menos para pedirte explicaciones, la verdad  solo me sorprende que amandolo como lo amas le hubieras dicho todo eso. se que pasa algo más y no lo quieres hablar, pero tampoco es bueno tener todo eso guardado.

   Mi niña, amas a ese muchacho con tu vida, jamás lo hubieras engañando con otro hombre, no se que paso, que te llevo a inventar todo eso –camina hacia Renata y acaricia su cabello – pero no es justo para Jerónimo mi niña. ¿te quieres desahogar con tu nanis?

– No. Y ya por favor déjenme en Paz. Si no me quieres creer allá tú, pero es la verdad. Me enamore de otro hombre... Al principio fue como un juego pero... Pero me terminé enamorado y no quiero seguir con Jerónimo, porque no es justo para ninguno de los dos que estuviera engañandolo. —se limpia las lágrimas. Se había convertido en una mentirosa, de lo peor—

Ya mi niña, no llores que me parte el alma verte así

–la abrazo por que de verdad lo necesito–

Renata se queda en silencio en el comedor mientras que su nana le preparaba un té

– luego que su nana se lo preparo ella poco a poco se lo tomo y cuando se disponía a salir de la cocina venia entrando Don Gonzalo

–  ¿Donde estabas? Fui a tu cuarto como a las dos de la madrugada y no te encontré.

– Que te importa donde pase la noche.

–Mi niña, no le hables así a tu papá –la interrumpe su nana–

– Manuela no te metas por favor

– ¡Renata! –la toma por el brazo y ella se suelta – no le hable así a tu nana.

– No te preocupes Gonzalo creo que Renata tiene razón ustedes deben hablar a solas yo voy al jardín.

– ¿¡Que te pasa Renata!?No tienes porque hablarle así a Manuela, a ella la respetas.

– ¡No me toques!  y si le hable así es por que no debe estar metiendo su cuchara donde no la llaman

– ey, tu no eres así.  te lo vuelvo a decir no le hables así a Manuela ni a nadie, porque ninguno de nosotros tenemos la culpa de lo que te paso —a Renata se le salen las lágrimas, porque era verdad, ellos no tenían la culpa, pero no sabían por el dolor que ella estaba pasando, pero sentía rabia contra el mundo— Renata necesitamos hablar

– No tengo absolutamente nada que hablar contigo. 

– Anoche me salí de mis casillas perdón pero es que tu...

– te puedes ahorrar tu sermón, a mi no me importa, ya lo que paso paso

– iba a salir de la cocina y el la tomó por el brazo con fuerza para evitar que ella lo dejara hablando solo.

– ¡no me toques! –grita– no me interesa lo que me vas a decir déjame en paz

– son las siete de la mañana y solo quiero tener una conversación con mi hija, pero como dos personas civilizadas.

– y yo te estoy diciendo que no me interesa tener ninguna conversación contigo, me basta y me sobra con lo que ya hablamos, claro si a eso se le puede llamar hablar porque te portaste como una bestia.

–es que me sacaste de mis casillas, estabas actuando como loca

–¿y eso no justifica que me hayas golpeado?

Renata –la toma por la mejilla y ve un moretón – hija per...

¿Yo te hice eso? Renata...

Ella se coloca la mano en la mejilla

– Renata eso no es reciente y no me digas que te golpeaste con algo por que no te voy a creer

– déjame en paz –se zafa del agarre de su papá y sale de la cocina –

– Renata ven acá –grita Gonzalo y va tras ella –

– ¡ya está bueno, dejen de pelear! son las siete de la mañana y esto parece una casa de locos –llega Regina muy molesta –

– entonces dile a mi papá que deje de meterse en mi vida –su voz comienza a temblar – esto no está siendo fácil para mí. que no estoy actuando de la mejor manera lo se, pero es  la manera en que estoy sabiendo sobrellevar mi dolor, cuando yo este bien o cuando me sienta preparada para contarles lo que me paso se los diré pero por favor ya no me sigan cuestionando.

— Hija por favor dime que pasa yo... —Renata no lo deja terminar—

—Por favor quiero estar sola —
Sale corriendo a su habitación, al llegar cierra la puerta y suelta un grito desplomándose a llorar en el piso –¿Por qué a mí? –grito y lloró aún más de repente sintió unos brazos que la abrazaron con fuerza – ya no puedo más Mathias, no se como vivir así, cada momento recuerdo lo que me paso y no quiero recordar porque fue horrible. Me quiero morir 

¡Dios que fuerte! Son exactamente las 3:03am y yo me desperté a escribir. Creo que la inspiración me llegó de repente. En el capítulo 18 fue donde me quedé antes de que decidiera eliminar la historia, así que de este capítulo en adelante ustedes no saben lo que va a pasar con la historia, Que nervios.

En fin. espero que les guste, no se les olvide votar y comentar ⭐ las te quiero mucho 💛

AMARTE DUELE  [En Curso] ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora