Gilipollas sin trabajo

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POV: Venable

Camino a través de los pasillos. Ni siquiera me preocupo por no hacer ruido. A mi derecha e izquierda hay personas trabajando, intento que no se den cuenta de mi presencia mirando solamente hacia adelante, pensando en una manera de entregar mi mensaje sin perder toda mi dignidad en el intento.

Inspiro profundamente y toco a la puerta

POV: t/n

"Dos veces en un día... ¿a qué debo el placer de tu presencia en mi humilde reino?" Pregunto con una sonrisa en mis labios. Voy a hacerte retorcerte de placer debajo de mí.

"No estés tan satisfecha contigo mismo, sigo esperando a que venga alguien y me diga que todo esto es una broma... pero parece ser que no me dieron la información necesaria antes de nuestra anterior visita" dice mirando al suelo.

"Entonces..." le doy la posibilidad de responder, pero ella se mantiene en silencio "...eso significa... que no tenías razón" digo desafiando su paciencia, lo que ella ignora.

"Tu oficina será..." dice ella ignorando mi comentario anterior.

"Dilo" la interrumpo.

"¿Perdona?" dice como si no supiese a lo que me refiero.

" Di que te equivocabas" digo tranquilamente, hablándole como a un niño pequeño.

"¿Qué tienes 5 años?" dice, obviamente molesta con mi tono.

"A los niños de 5 años les da igual decir que lo sienten" Digo con una enorme sonrisa. A lo mejor estoy siendo demasiado mala con ella, pero al fin y al cabo, ella solita se lo ha buscado.

"Tu oficina estará en el ático" dice ignorando todo lo que dije "también tienes derecho a la casa que se encuentra encima. Tus tarjetas de seguridad y contraseñas serán actualizadas..." Mientras que mi asistente dice cosas sin sentido, miro a través de las paredes de cristal de mi oficina y veo a dos de mis empleados riéndose y apuntando a la espalda de Wilhemina.

"Siento interrumpirte" digo a la Sra. Venable mientras que me dirijo a la puerta mirándo a los dos idiotas.

"¿En serio...?" dice la Sra. Venable, dándose cuenta de que mi atención no había estado en ella por unos segundos.

"Vosotros dos, ¡Venid aquí!" le grito a los dos empleados. Me miran con una mezcla de confusión y miedo.

"No he terminado todavía..." grita Venable "¿Cómo se te ocurre ignorarme de esa manera?"

No está acostumbrada a que le den la espalda de esa manera, lo entiendo. Pero ahora no es el momento de preocuparse por su ego, pienso, y tengo los ojos de los dos hombres, que parecen niños con la mano en el bote de galletas.

"¿No te he dicho que te vayas no?" le digo y la Sra. Venable suspira.

Cuando los dos hombres entran en la sala y les pregunto "¿Parece que os lo estabais pasando muy bien ahí, me podríais decir de que os estabais riendo?"

"De nada..." dice uno de ellos.

"¿Ah sí? Juraría que estabais apuntando a algo dentro de esta habitación" 

"¿Lo viste..?" pregunta el otro.

"Sabes, se puede ver a través de los cristales por los dos lados, esperaba que un ingeniero supiese eso. De.que.estabais.hablando." Pregunto otra vez, perdiendo mi paciencia.

Silencio.

"OS HE HECHO UNA PUTA PREGUNTA Y ESPERO UNA PUTA RESPUESTA." grito golpeando mis dos manos en la mesa.

Asistente de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora