Asistente de amor

Primer día

T/N POVMiro mi reloj por última vez antes de que se abran las puertas del ascensor. 7.59 a.m. Justo a tiempo. Con pasos confiados me dirijo hacia la oficina que ahora es mía. Es tan grande que mi antigua oficina cabría dos veces aquí. Sin embargo, lo mejor de esta oficina no es su tamaño... Es el apartamento que viene adjunto, el último piso del edificio de Kineros, que aún tengo que visitar.

Sin embargo, antes de llegar a mi oficina, tengo que cruzar la antesala, donde me espera cierta pelirroja. Debido a las paredes de vidrio de este edificio, ya me ve acercándome a ella. Su mirada está fija en mí y observa cómo balanceo mis caderas y saludo a algunos de mis anteriores compañeros en el camino. Después de abrir la puerta, me paro frente a ella, sin vidrios que nos separen.

"Buenos días, Sra. t/a", me saluda Venable sin ninguna emoción en su rostro. No hace falta tanta ilusión, no te preocupes, te atiendo en un minuto...

"Sra. Venable", asentí con la cabeza a modo de saludo antes de pasar junto a ella camino a mi oficina.

Una suave brisa golpea mi rostro por a la ventana abierta. Cuando me siento en la silla giratoria , noto que encendió mi computadora e imprimió mi agenda para hoy, y también colocó los informes correspondientes de los asuntos del día en orden cronológico. Todo está preparado para que empiece bien mi primer día.

"Wow, Sra. Venable, estoy impresionada", digo lo suficientemente alto como para que me escuche en la habitación de al lado. Antes de obtener una respuesta, escucho que empujan una silla hacia atrás y luego varios golpes rítmicos en el suelo por cada paso que da. Sólo unos segundos más tarde se encuentra en el marco de mi puerta.

"¿Qué quieres decir con que estás impresionada?" pregunta con escepticismo.

"Jeff y Mutt dieron en el clavo sobre la importancia de tu ayuda, eres una buena asistente", le ofrezco una sonrisa, dejando que mi cumplido parezca un poco irónico. Que no lo es. Es una buena asistente, sin duda.

"¿Y qué te llevó a darte cuenta de eso en cuestión de 10 segundos?" dice ella sin estar todavía convencida.

"Quiero decir, estás aquí antes que yo, dejas entrar aire fresco, el ordenador está encendido, el horario está actualizado, las sesiones informativas están organizadas..." Señalo las cosas mientras se las enumero, "preparaste mi primer día muy bien."

En lugar de tomarlo como un cumplido, se burla. Mi mirada confundida haceella misma se explique.

"¿Y eso te dio la impresión de que sería una buena asistente?" pregunta con incredulidad.

"¿No estás de acuerdo?" Le pregunto desafiante.

"Hasta ahora, solo has visto cosas que cualquier secretario mediocre podría hacer", dice.

"¿Te importaría decirme la diferencia?" digo.

"Con el tiempo lo notarás. Solo ten en cuenta que tienes una asistente, no una secretaria", la forma en que dice la última palabra suena como un insulto, quiere irse pero la detengo.

"Uh, uh, uh, señorita súper asistente" la llamo con un tono burlón "¿No crees que se te olvidó algo?" Me burlo de ella con mis brazos gesticulando alrededor del escritorio. Escaneó la habitación antes de mirarme de nuevo con un signo de interrogación imaginario en la frente.

"Café", digo y esta sola palabra hace que quiera golpearme. Puedo verlo en la forma en que aprieta la mandíbula, su ceja casi sale volando de su rostro y el agarre de su bastón se vuelve más fuerte. Pero luego asiente, se traga su orgullo y me pregunta.

"¿Cómo lo toma, Sra. t/a?" su sonrisa es tan falsamente amistosa como puede ser.

"Negro, como los psicópatas" respondo descaradamente y saco mi tarjeta de crédito, "aquí, toma mi tarjeta, cómprate uno para ti también, y cómprate algo dulce... a tu personalidad le vendría bien un poco de azúcar..."