Capítulo 1

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Hola, soy Allison y esta es mi historia...

Actualmente soy una joven de 17 años, de estatura promedio y con un cuerpo no deseado. Desde hace un par de años estoy luchando contra la depresión, la ansiedad y la falta de autoestima. Toda mi vida he odiado como me veo físicamente y siempre he sufrido bullying por ello, pero jamás he tomado conciencia ni he hecho algo al respecto.

Desde pequeña siempre me destaqué por ser una niña alegre y sobre todo una niña muy cariñosa, que siempre hacía reír a los demás y que a todos trataba con amor y dulzura. Siempre he sido una persona de piel, que le gustan los abrazos, los cariños y el afecto físico pero cuando era pequeña no sabía las consecuencias que podría traer esto, osea, ser así. Soy la hija del medio, tengo dos hermanas, una mayor y una menor. La mayor se llama Martina, ella siempre ha sido como una madre para mi, pues le toco madurar antes y le toco hacerse cargo de mi mientras mamá trabajaba. Ella siempre se hacía cargo de todo, era como una mini mamá para mi, nosotras solo nos llevamos por un año, lo cual creo que a varios de ustedes les parecerá algo raro que yo la viera como una madre pero pocos entenderán ese sentimiento. Mi madre siempre ha sido una mamá y un papá para mi, ya que, cuando era aún más pequeña mi padre se fue y nunca lo conocí, pero esto no fue un problema para mi, ya que, contaba con mi hermana mayor y mi mamá para todo. En lo personal nunca me hizo falta una figura paterna porque mi mamá siempre me enseñó que uno como mujer nunca debe depender ni emocional ni económicamente de un hombre. Ella nunca hablo mal de papá, es más nunca hablaba de él y yo siempre evitaba preguntar sobre el tema porque sentía que a ella le podría molestar. En ese entonces mi hermana menor aún no nacía por lo cual yo aún era la bebé de la familia (cabe destacar que mi familia solo se conformaba por mi hermana mayor, mi mamá y yo).

Mi mamá trabajaba de lunes a sábado, entraba al trabajo a eso de las 8 am y salía a las 8 o 9 pm, llegaba super cansada del trabajo, prácticamente solo llegaba a ducharse, comer algo y a dormir. Pasábamos muy poco tiempo con ella, como ven casi siempre trabajaba para que ni a mi ni a mi hermana nos hiciera falta algo, casi nunca se sentaba con nosotras a hacer una tarea o charlar de como nos fue en el día, pero eso no la hacía mala madre ni nada pero a veces sentía que me hacía falta, como bien saben me gustaba mucho el cariño, el apego físico, los abrazos y esas cosas pero mi mamá y mi hermana no eran de piel como yo, ellas eran más frías y mucho más reservadas. Yo siempre sentí que me hacía falta cariño, más amor, más de esas cosas pero lo que me hacía más falta era pasar mas tiempo con mamá, sentía que la perdía, me sentía un poco sola porque mi hermana hacía cosas de "grandes" por ejemplo cocinar, lavar los platos, ordenar y esas cosas, mientras que yo solo jugaba y "disfrutaba de mi infancia".

En ese entonces vivíamos en una media agua (para los que no saben una media agua es una pequeña "pieza" de madera que se puede desarmar y armar las veces que sea, tipo cuatro paredes), algo pequeño y humilde. Nosotras siempre hemos sido personas humildes y de poco dinero pero gracias a los esfuerzos de mi madre nunca nos ha faltado nada, ni para vestir, ni para comer y mucho menos para los estudios.

Yo siempre pensé que mi vida era "perfecta" y no me daba cuenta de lo que realmente pasaba, no notaba el cansancio de mi madre ni el estrés de mi hermana. Solo veía todo como una niña pequeña, todo perfecto, todo de color rosa y arcoíris de colores. Pero en realidad todo era gris, dolor, cansancio, estrés, tristeza entre otras cosas, no me daba cuenta del esfuerzo que hacían y pues mi hermana más que nada. Ella siempre se notaba feliz o eso creía yo, siempre trató de ayudarme en todo, era ella quien se sentaba conmigo a hacer las tareas cuando mamá no podía, era ella quien me peinaba en las mañanas, la que me decía "- Allison, ya pues, arriba, llegaremos tarde por tu culpa-".

Siempre me costo levantarme en las mañanas y siempre me demoraba mucho en vestirme, por eso mi mamá con mi hermana me levantaban a las 6 am para poder alcanzar y llegar temprano al colegio.

Académicamente me iba super bien y de hecho solo iba en kínder, me encantaba ir al colegio, porque así jugaba con mis amigas, veía a mi profe preferida y me distraía un poco de todo, sentía un poco más de cariño estando ahí.


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Historia de una pequeña adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora