...Remedio/Final...

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Merlin: bien Capitán trae a Zeldris creo que tengo la manera de revertir el hechizo.

Meliodas: bien Merlin.

El Capitán puso a Zeldris en una de las mesas del bar en cuanto el pequeño azabache lloraba por el miedo que tenía de aquella maga.

Zeldris: ¡¡Meliodas eles malo!! -llorando-

Sin perder tiempo Merlin lanza el hechizo haciendo que poco a poco el cuerpo del bebé crezca.

Emma: A-ah Merlín al menos ponle ropa ¿no creés?

Meliodas: uh pues creo que se ve bien así. 7w7

Zeldris: ¡wuah!

El príncipe llevó su mano a sus partes para cubrirse de los presentes para irse corriendo a la habitación de Meliodas que era la más cercana.

Elizabeth: Bien ya era hora de que volviera todo a la normalidad a hora creo que te toca limpiar todos los desastres que Zeldris hizo Meliodas.

Meliodas: ¡¿Disculpa?!

Emma: Perdón pero Elizabeth tiene razón -saco una escoba y un balde- tu causaste el incidente de Zeldris tienes el trabajo de hacerte responsable de todo su desastre.

Era verdad, el bar estaba hecho mierda con todas las travesías de Zeldris entonces el Capitán se quedó solo para comenzar a limpiar...

En La Noche...

El rubio llega a su habitación totalmente agotado pero eso se fue al oir una voz semejante a la suya pero un poco más grave y profunda.

Zeldris: Meliodas, escuche lo que te dijieron allá abajo perdona todo los daño si rompi o hice algo que afectará a tu taberna dímelo y te repongo lo que sea.

Meliodas en momentos se sentía como un gato al tener siete corazones que significan siete vidas, esas vidas en alguna de ellas siempre soño estar con su pequeño hermano un amor y aprecio sumamente prohibido.

Todos sus compañeros sabían de la existencia de su ridículo amor y jamás los juzgarian pero ¿y si el Rey lo supiera?

¿Lanzaria una maldición encontra de Zeldris por estar con su hijo mayor? ¿O viceversa?

Meliodas tenía claro los sentimientos de Zeldris hacia el pero ambos estaban prohibidos uno del otro.

Dejó a su hermanito con  la palabra en la boca cuando empezó a besar los labios de este comenzando una danza dulce y suave.

Nada erótico nada salvaje era tranquilo.

Quería disfrutar de la compañía y calor de Zeldris por largo rato y así, si pasaban los años el hará hasta lo imposible para no apartarse de su amado hermanito.

Zeldris: Meliodas, se lo que sentimos uno del otro y ya no me importa el legado de padre, no me importa Gelda, no me importa la gente ni los mandamientos mucho menos le tengo miedo al poder de nuestro padre... Lo que me importa es estar contigo...

Meliodas:Pienso lo mismo pero es que tu no sabes la condena y sufrimiento que causó con mi maldición no quiero que sufras como Elizabeth o como yo, quiero que estés a salvo si algo llegará pasarte de seguro volveré a pecar destruyendo el mundo con mi Ira cubierta de odió.

Miro hacia la venta pensando y recordando la vida cruel y despiadada que pasó con la Diosa no se arrepiente de caer maldecido junto a ella pues al final nunca se sintió tan solo.

Meliodas: Tu no, tu no puedes pasarla mal solo por amor no te lo merecés.

Zeldris: Entonces, mantengamos esto solo para los dos sin tener que hablar con alguien por que ya sabes que no se puede confiar en nadie pero promete algo.

Meliodas: ¿Eh?

Zeldris: cuando papá sea destruido y eso tu y yo nos casaremos y viviremos en este mismo bar atendiendo día y noche a los clientes que tanto apreció les tienes.

Sonrió de manera ególatra el Capitán eso quería escuchar pero pensó que jamás llegaría.

Meliodas: ¡¡Lo Prometo!!

Sellaron su promesa con un pequeño beso que apoco a poco subió de intensidad hasta caer los en la cama con la ventana entre abierta dejando pasar los rayos lunares iluminando a la pareja de hermanos.

¿Qué les espera el futuro?

Fin


¿Sello o maldición?

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¿Sello o maldición?

Segunda Temporada

La Piedad es un ¡¿Bebé?! (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora