Permanecía de espaldas, paralizada por el miedo, pues no sabía lo que pasaría. Esa voz, antes sonaba más infantil, y ahora... Era más grave, sonaba algo sarcástica y burlona al mismo tiempo. ¿En serio podía ser él?
- ¿Kakucho? - Dije tímidamente, todavía de espaldas.
Noté como unas grandes y calidad manos tomaban firmemente mis hombros. Un leve escalofrío recorrió mi espalda.
- Estás tensa, relájate...
Comencé a respirar agitadamente. Siempre pensé que nuestro encuentro sería más emotivo, o por lo menos sin peleas de por medio. Pero no, tenía que ser así. Está mal que lo diga, pero sentía algo de miedo. Poquito.
- Dije que te relajes, sigues tensa. - Su voz sonó más firme y cerca de mi oído. Sus manos comenzaron a apretar levemente el agarre. - Has dejado inconsciente a Madarame.
- Él empezó. - Dije y moví levemente mi cuerpo para intentar separarme de él, pero el agarre se hizo más firme.
- Has cambiado. Ahora eres más fuerte.
- Tú también has cambiado, ahora das miedo.
- ¿Miedo? - Su sorpresa ante mis palabras hizo que aflojar el agarre, momento que aproveche para tomarle de las muñecas y tirar su cuerpo hacia delante. Exacto, había conseguido tumbarle en el suelo.
Un suave quejido salió de entre sus labios, acompañado de una leve risa. ¿Se burlaba de mí? ¿Había conseguido tumbarle y todavía tenía arrogancia de reírse?
- Eso no me lo esperaba...
Se levantó y quedamos cara a cara. Me di cuenta de lo mucho que había crecido. Normal, la última vez que le vi todavía tenía 12 años, ahora debía tener unos 14.
- Tú también te hiciste fuerte, Kakucho.
- Sí, creo que más que tú.
- ¿Quieres que te vuelva a tirar al suelo?
Comenzamos a reír ambos. Este si era el encuentro que yo quería. Algo que tuviera risas.
Comenzó a acercarse a mí y finalmente me abrazó. Al principio estuve a la defensiva, pero me di cuenta de que era un abrazo sincero. Le correspondí con ternura mientras acariciaba su espalda, como cuando éramos niños.
- Te eché de menos, Kaku... - No pude retenerlas más, las lágrimas salían descontroladas de mis ojos.
- Tranquila, yo también. - Su mano acarició mi cabeza y mejilla para secarme las lágrimas.
Pasados unos minutos, volví a recuperar la compostura.
Pude fijarme en como el resto de personas allí presentes miraban asombrados. ¿Acaso no sabían de esa faceta cariñosa de Kakucho?Todos llevaban el mismo uniforme, rojo con los kanjis en negro y en la espalda un Yin Yang.
- ¿Esto es Tenjiku?
- Exactamente.
- Al final Izana logró crear Tenjiku. ¿O no fue él?
Se quedó callado. Al parecer estaba meditando la respuesta. ¿Acaso me había equivocado al meter a Izana en la conversación?
- Sí, lo hicimos juntos.
Dijo con una leve sonrisa inocente mientras me miraba. Pero esa sonrisa se borró cuento la pregunta más deseada se hizo presente.
- ¿Dónde está Izana?
- Izana no quiere verte. - Sus palabras dolían como puñales. Kurokawa todavía seguía con aquella tontería de no hablarme por supuestamente ser débil.
ESTÁS LEYENDO
𝑳𝒂 𝒈𝒖𝒆𝒓𝒓𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑻𝒆𝒏𝒋𝒊𝒌𝒖 🎴 (Izana Kurokawa × Reader)
Фанфик_____, una joven que desde que tiene memoria solo recuerda las cuatro paredes de aquel orfanato. Aunque también suele tener el vago recuerdo de aquél peliblanco de ojos violetas. - Izana, ¿cumplirás tu promesa? • ⚠️ Contendrá comportamientos tóxic...