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Con un suspiro en boca salgo de casa. Camino hacia mi escuela y me pierdo en mis pensamientos, aún recordando la voz de mi pequeño.

Paso mi lengua por mis labios y miro al frente; observo en la otra esquina a Yeonjun y Sunoo juntos. Me detengo y frunzo el ceño. Ellos se van por otra calle y yo resisto el impulso de seguirlos. Tomo suficiente aire por mi nariz, empuño mis manos y sigo mi camino. Lo que hagan ellos no es de mi incumbencia. Ahora sólo me tengo que preocupar por Jungwon, no por algo más.

Sigo caminando y veo a lo lejos la entrada. Mis pasos siguen igual de lentos, tampoco es como que me importe llegar temprano, tengo suficiente tiempo para llegar bien.

Estoy nervioso, hoy pienso darle la carta a Jungwon, tal vez ya no con el tulipán que olvide en el baño, pero si con los mismos sentimientos que guardo. Y la verdad es que no estoy del todo seguro; todo lo que sucedió ayer fue una total mierda. Aunque no me arrepiento de haberlo besado. De recordar los viejos tiempos donde éramos felices. 

Y cuando salgo de mis pensamientos, ya estoy dentro del edificio. Camino por los pasillos y llego a mi casillero. Saco el libro que necesito y lo cierro. De nuevo camino y me voy hacia las escaleras, pero me detengo y frunzo mis labios cuando veo a Jungwon y Soobin tomados de las manos. Los dos tenían una sonrisa en sus labios, que son como apuñaladas hacia mi corazón.

Por favor, que no sea lo que estoy pensando.

Siento mi sangre hervir y camino hacia ellos. Pero siento mis piernas temblar y mi corazón agrietarse cuando veo como Jungwon le da un beso en los labios a Soobin. Mi pequeño está sonrojado y Soobin le sonríe. Empuño mis manos y resisto el impulso de estrellar mi puño con el rostro de Soobin. Ellos se separan y ven a mi dirección, Jungwon enseguida aparta la mirada y se esconde detrás de Soobin; pero Choi me mira y sonríe con burla. Maldito hijo de puta.

—Hola, Park —me sonrió Soobin y caminó hacia mí— Bonito día, ¿No te parece?

Yo aprieto más mis manos, tensándolos y sintiendo mi sangre hervir en mis venas. Estoy a nada de golpearlo.

—Que mal educado eres Park —frunció sus labios y siguió con su tono burlón—, pero no importa, porque yo no soy así y mira —dijo, tomando de la muñeca a Jungwon, poniéndolo frente de él, al momento que lo abrazaba por la cintura— te presento a mi novio.

Mi boca se secó y un nudo se hizo en ella. Mi mirada busco la de Jungwon, pero él la mantenía en el suelo.

—¿Acaso no nos felicitarás? —me preguntó Soobin, volviendo a su estúpida sonrisa de burla.

Sabe que esto me está doliendo más de lo que aparento. Lo sabe perfectamente.

Respiró profundamente, manteniéndome en mi lugar, tratando de no hacer una estupidez. Miro a mi alrededor y observo que está totalmente solo, al parecer faltaré a mi primera clase...

—Adiós, Park. Jungwonnie y yo ya nos vamos.

Tomó la mano de mi pequeño y entrelazo sus dedos. Empezaron a caminar y pasaron por mi lado. Pero yo tomé la muñeca de Jungwon e impedí que siguieran su camino. Choi me miró y frunció el ceño.

—Suéltalo —me ordenó Soobin, poniéndose enfrente de Jungwon — ¿Qué esperas? Suéltalo.

Yo, simplemente, apreté más el agarre de Jungwon y lo acerqué a mí.

—No lo volveré a re... —y lo empujé, él cayó y yo aproveché eso para empezar a correr, arrastrando a Wonnie conmigo.

Subimos las escaleras hasta el tercer piso. Jungwon estuvo forcejeando todo el camino. Apresuré más el paso cuando escuché los llamados de Soobin, causando que nos encerrarnos en el baño. Al entrar, acorrale a Jungwon en la puerta y vi su rostro. Su respiración agitada y la mía se mezclaban, pero él intentaba alejarse; sin embargo, la puerta se lo impedía.

—Dime que no es verdad de que son novios —rozo mis labios con los suyo y cierro los ojos—, o miente, pero no me hagas esto.

Jungwon intentó alejarme, pero, al parecer, no tenía fuerza para hacerlo.

—Por favor, Jay —su voz rota hizo que abriera a los ojos y lo viera a los orbes— no entiendo porque haces esto.

Sus lágrimas me lastiman, le estoy haciendo daño, mucho daño; pero él también me lo está haciendo a mí. Los dos nos estamos lastimando y uno tiene que ceder.

—¿No entiendes? —siento mis ojos arder— Bien, te lo explicaré. Te sigo amando, como no tiene una idea, y estoy haciendo lo que puedo para recuperarte. Eso es lo que pasa y lo que no quieres entender.

Jungwon negó con la cabeza y siguió llorando.

—Tuviste mucho tiempo para darte cuenta y llegas ahora a decirme esto —un sollozo salió de sus labios—, justo cuando decidí olvidarte y comenzar de nuevo con Soobin. Eres un puto egoísta.

Me miró con rabia y me empujó con fuerza, me alejó de él, pero no me tiró. Sin embargo, me volví a acercar a él, tomándolo por los brazos y poniendo una de mis piernas entre las suyas, impidiendo su movilidad.

—Lo sé; sé que soy un puto egoísta, pero perdóname por eso ¿Si? —mis primeras lágrimas empezaron a caer— perdóname por ser un estúpido que no se dio cuenta de la hermosa rosa que poseía en sus manos. Perdóname.

En ese momento yo estaba recargando mi cabeza en su hombro, poniendo mi nariz en su cuello, aspirando su aroma.

—¡Ya basta, Jay! —Jungwon forcejeó de nuevo y se deshizo de mi agarre— ¡Ya fue suficiente de esta mierda! Déjame en paz.

Salió rápido del baño y cerró la puerta. Yo caminé hacia la entrada y la golpee. Mi respiración se agitó y choque mi espalda contra la puerta. Me deslice por ella y terminé sentado en el suelo. Volví a golpear las paredes y el suelo, después me tomé el cabello. Mis lágrimas mojaron todo mi rostro y poco me importó que mis nudillos estuvieran sangrando.

Intenté gritar de frustración, pero de mi garganta no salió nada. Tense mi quijada y me desesperé.

Entonces... ¿Esté es el fin?

Gashina  💥Jaywon💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora