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El cielo estaba de una azul hermoso que era acompañado por esponjosas nubles blancas, todo se vía perfectamente desde aquí, en la azotea.

Estoy de nuevo solo, Jay estaba con ella, como era de costumbre, detrás del árbol de cerezo.

Respiro profundo y miro el cielo, mis lágrimas se deslizan por mis mejillas, me muerdo el labio inferior; ya no resisto sentirme de esta forma.

Y ahora soy honesto conmigo mismo: sigo amando a Jay con todas mis fuerzas. Pero ya no puedo (ya no quiero) hacerlo.

Miro una vez más donde se encontraba Jay, sonrío con tristeza y me levanto del suelo. Quito rastro de suciedad de mi pantalón, y con mi antebrazo intento quitarme las lágrimas.

Pequeños y casi imperceptibles sollozos salen de mi boca, y camino a la salida. Pero me detengo al ver un chico en la barda, me estaba dando la espalda, pero desde aquí podía escuchar sus sollozos. Estaba llorando.

—¿Estás bien? —mi voz tiembla un poco, por lo que sale en voz baja, pero al parecer él escuchó.

—Estoy mejor que nunca —su voz estaba rota, pero la pude reconocer. Él es el chico que también estaba sufriendo.

Mi quijada tiembla un poco y me muerdo el interior de mi mejilla izquierda y no puedo evitar empuñar mis manos.

—¿Cómo puedes estar bien, si estás llorando? —hablo de nuevo, no entendiendo a lo que se refería. Su voz se escuchaba como si alguien lo hubiera roto.

Entonces, él volteó a verme y me regaló una hermosa sonrisa con sus mejillas perladas con sus lágrimas.

—Porque ya acabé con mi sufrimiento —habló de nuevo con su voz destrozada, pero ahora me doy cuenta que su expresión está totalmente en calma.

Gashina  💥Jaywon💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora