Libertad

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Ésta era una escena del capítulo anterior pero ya no la pude acomodar sin que se viera mal, así que la subo como one-shot porque la amé, tómenla como eso o como el capítulo 2 si quieren ❤️✨ advertencia de lágrimas, otra vez :'l o al menos yo chillé mucho escribiéndola :'0
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Unas horas más tarde el sol apenas comenzaba a levantarse, ambos esposos habían dormido realmente poco, pero la luz y un movimiento brusco del tren los hizo despertar de nuevo con solo un par de horas de sueño.

"Auch..." El tigre es el primero en hablar, lo que hace abrir los ojos al león que también había despertado, volteando lentamente con él, riéndose un poco de que, de nuevo, había quedado debajo de él por completo.

"¿Estás bien mi Luna?" le pregunta con suavida levantando su mano para acariciar su mejilla, el tigre asiente lentamente haciendo un esfuerzo por sonreír.

"Si Solecito, solo me duele un poco la cabeza..." dice con voz somnolienta y algo dolorida. Alex suspira un poco acariciando su mejilla y sus orejas, sabía porque era, llorar tan fuerte y tantas horas seguidas causa estragos, y migrañas horrendas... solo esperaba que con eso aunque sea haya logrado sacar ese dolor interno que tenía tan guardado, que parecía ser mucho más grande que aquel dolor físico. 

Sin soltarlo baja un poco su mano al botiquín y saca otra pastilla, el límite de esas eran dos, tenía que funcionar ahora. Lo ayuda a tomarla sin levantar mucho su cabeza y vuelve a acomodarlo con suavidad sobre sí.

"Vuelve a dormir mi vida, hoy no tenemos nada que hacer de todos modos..." le susurra acariciando su nuca y espalda en otro cálido abrazo, el tigre asiente ronroneando levemente y vuelve a cerrar los ojos.

Media hora pasa, Alex sigue despierto acariciando la cabeza de su esposo, pero no se pudo volver a dormir, pensando en lo de anoche, y en muchas cosas más a partir de eso. Antes probablemente le hubiera asustando matar o siquiera decir tan abiertamente que lo haría, pero ahora estaba decidido completamente a ello, si eso significaba proteger a otros, sobretodo a su ahora pequeña sobrina.

En otro momento de su vida a él le hubiera encantado tener cachorros, incluso lo deseaba con toda el alma, para suplir aquella necesidad de cuidar a alguien, de ofrecerle lo que le quitaron aquellos humanos... aunque al descubrir que le gustaban los machos, y años más tarde, al encontrar al amor de su vida, el tigre que ahora dormía sobre él, se había olvidado de la idea con tranquila resignación.

A veces imaginaba que sería lindo cuidar un pequeño cachorro con su esposo, pero la única forma de conseguirlo era muy cruel... no iban a separar un cachorro de su madre para adoptarlo ellos, los humanos  se los venderían como mercancía, seguramente lo mismo que planeaban hacer con él mismo cuando lo secuestraron, no iban a contribuir a éso... Nunca lo habían hablado directamente, pero ahora conociendo el pasado de su esposo sabía que muy seguramente él opinaba igual.
Aunque en ese momento, había pensado por su cuenta en aquello, si bien sería imposible que ellos tuvieran un cachorro propio, ahora tenían una pequeña potrilla por quién velar, y a quien defenderían con su vida como si fuera su propia pequeña hija.

El pensamiento de la pequeña ahora vino a su cabeza, ¿como habrá pasado la noche? Él estuvo ahí en las pláticas con Melman acompañando a sus amigos, la pobre potrilla seguramente se habrá sentido un poco encerrada, sobretodo viendo quienes eran sus padres.

En parte por eso había pintado el mural en el vagón de ellos, un gran árbol lleno de flores en un paisaje abierto, para simular aquel mural en el zoológico que tanto le gustaba a su amigo, y que años después entendió porqué por cuenta propia al llegar a Madagascar, y sobretodo a la reserva africana meses después; aquel mural frente al que se pasaba horas enteras corriendo en aquella caminadora mirándolo embodado.

Eclipse (Amigos con derecho tercera temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora