🫐 . 𝖶𝗁𝖺𝗍 𝗁𝖺𝗉𝗉𝖾𝗇𝖾𝖽 𝗍𝗈 𝖥𝖾𝗅𝗂𝗑 ? ( ♡̷̸⁩ )

‹ Two.

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Quité la manta que había puesto la noche anterior de él cuerpo de Felix, éste sólo se mantenía sollozando y habían muchas lágrimas en sus ojos.

— ¿Otra vez estás llorando? – dije mientras tomaba con los palillos bulgogi con arroz. – Hice tú comida favorita para el desayuno, abre tú boca voy a alimentarte.

Él se quedó en la misma posición y solté un suspiro desesperado sentandolo en él sofá y quitando la cinta adhesiva.

— Más te vale gritar, ¿de acuerdo? — mostré mis dientes en una sonrisa. – Y deja de llorar, no me gusta verte hacerlo, tienes que estar feliz hice tú comida favorita para el desayuno.

— Por favor, déjame ir. — susurró con la mirada baja y su voz entrecortada. — No le diré a nadie, no le diré a nadie que estaba aquí te lo juro.

— Ya te dije que no, esto fue tú culpa desde un inicio.

— No es así, yo no tengo la culpa. ¡Tú me hiciste esto porque no aceptaste que corte la relación contigo!

Rápidamente tomé la cinta adhesiva nuevamente y con rabia la pegue en su boca, deje el tazón frente a la mesa de noche y me levante molesto tomando mis cosas.

— Voy a la escuela amor, más te vale hacer algo. Te amo. – Salí y puse llave desde afuera para irme a mi destino.

Felix.

Y otra vez como todos los días estaba encerrado, no sabía que día era, ni en que mes estábamos solo podía ver el día y la noche. Sabía que mi familia me buscaba, sabía que se habían dado cuenta de mi ausencia y estaban asustados también lo sabía porque vi un folleto en la mochila de Hyunjin dónde me buscaban, tenía fé que me encontrarían solo estaban tardando un poco pero me encontrarían yo tenía mucha fé.

Desde aquella noche había comenzado a valorar mi vida, mi tiempo y el cariño a la gente que amaba.

Comencé a toser y sentía mi estómago oprimido, quería vomitar pero no entendía que vomitaria si hace días no tenía nada en mi estómago y no porque Hyunjin no me alimentará sino que yo no quería absolutamente nada de él.

Extrañaba a mi mamá, mis amigos y mi familia.

El timbre sonaba y abrí mis ojos sin haberme dado cuenta en que momento me había quedado dormido mientras lloraba, seguramente era el casero que buscaba a Hyunjin para que le ayudara nuevamente con destrabar la puerta de algún vecino. Hace meses intente gritar, pedirle ayuda pero era inútil mi esfuerzo ya que nunca me escuchaba y comenzaba a resignarme.

— ¡Ayuda! ¡Ayudeme, por favor! – gritaba con todas mis fuerzas pero sólo era audible en mi mente, solo mi mente me había escuchado.

Hyunjin no era una mala persona, no era alguien que te haría daño.

Mi garganta dolía de solo sollozar, de no decir nada y mi cabeza comenzaba a doler como un demonio.

Pronto vendría, él llegaría y le pediría otra vez que me dejara ir, lo convenceria está vez. Una vez más. Sólo una vez más.

— ¡Felix, ya llegó Hyunjin!

Me acomodé mi cabello por última vez en el espejo y sonreí, realmente me veía muy guapo. Tomé lo necesario y bajé las escaleras de mi hogar con alegría, no dude absolutamente nada al ver a mi lindo peli negro sentado en el sofá.

— ¡Jin! –brinqué en sus brazos estampando sus labios con los míos, amaba tanto a Hyunjin, me gustaba demasiado.

— Hola amor. — sonrió con sus manos en mi cadera.

Desearia volver a aquellos días donde todo era amor, deseo y felicidad.

Mamá y Papá me aceptaron tal y cómo soy al igual que los padres de Hyunjin habían aceptado esto.

¿Porque tendría que salir algo mal? Mi novio era el más guapo de mi clase, mis padres me habían aceptado y tenía amor de sobra.

¿Qué podría salir mal conmigo?

Claro, mis sueños eran un obstáculo para el amor y la razón por la que estaba aquí privado de mi libertad.

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