CXII

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Al abrir la puerta de la habitación HyunJin aún quería salir corriendo, y mantuvo sus ojos mirando el suelo mientras Sooyoung la llevaba hasta donde estaba Jinsoul.

— Por favor no te hagas tigre, por favor no te hagas tigre... — comenzó a murmurar Sooyoung por lo bajo al notar como tensaba la mandíbula, mientras la seguía empujando hacia la camilla.

— Hyun, ¿Cómo estás? — preguntó Jinsoul en la voz más suave que tenía.

HyunJin se abrazó a si misma con fuerza, sus garras hicieron presión sobre su piel e intentó concentrarse en ese dolor, en esos pinchazos sobre su cuerpo.

— Oh, sacó sus garras— murmuró Sooyoung, quien seguía detrás de la híbrida y la tomaba por los hombros, decidió apartarse.

— HyunJin, no te hagas daño— la peliazul no dudó en salir de la camilla, sin importarle las cosas que estaban conectadas a su cuerpo, yendo hacia ella para tomar sus manos y alejarlas de su cuerpo evitando que se lastimara.

La híbrida mordió su labio con fuerza y aguantaba las lágrimas.

— Oh, mi bebé— Jinsoul la abrazó y HyunJin se rompió de a poco, comenzando a llorar cada vez más y más mientras la humana la consolaba con pequeñas caricias y palabras suaves.

Sooyoung soltó un lloriqueo canino y se sintió avergonzada así que masculló una disculpa y tuvo que salir de la habitación.

— Lo siento, ¿Sabes?

— Lo sé, Hyun, y yo te perdono, ya lo hice hace bastante, ¿Eso sí sabes? — preguntó Jinsoul, dejando mimos en su cabello y sus orejas, la tigresa negó como respuesta—. Te perdono, está bien, Hyun— dejó besos sobre su cabeza y la menor se sintió aún peor.

— No debería hacer eso — murmuró en una voz baja entre lágrimas.

— Y qué más da, Hyun, no conozco otra forma de consolarte siempre lo hice así.

La híbrida no tuvo nada que responder, la humana se apartó de ella para limpiar sus lágrimas con sus manos, encontrándose con los ojos de la pelirroja que seguían llorando.

— Prometo que todo estará bien muy pronto, tigrecita.

Jinsoul esperó hasta que HyunJin asintió y la invitó a sentarse junto a ella, colocando una silla junto a la camilla de la humana.

La conocía lo suficiente como para saber que estaba decaída, así que tomo su mano, entrelazó sus dedos y la sostuvo durante toda la charla.

— ¿Cómo estás Hyunnie?

— Bien — respondió con simpleza, sin mirarla, tomó un minuto de silencio para que volviera a hablar— ¿Cómo estás tú?

— Estoy mejorando, ya dentro de unos días volveré a casa.

— ¿Volverás?

— Claro que sí, no voy a morir aún, siempre voy a volver con ustedes, HyunJin— acarició su cabello, notó que la híbrida se había ilusionado con esas palabras por el brillo en sus ojos.

— ¿De verdad volverías con nosotras?

Jinsoul sonrió con ternura, la tigresa alzó sus ojos hacia ella y sintió lo mismo de siempre de nuevo, sintió ese cariño, esa fascinación y curiosidad, esa necesidad de estar a su lado para descubrir cada detalle junto a ella, la quería, cómo no quererla.

— Claro que sí, HyunJin— dijo, sin dudar, y con un tono calmado y sincero—. Son mis bebés, cómo no volver con ustedes.

HyunJin no pudo articular palabras y Jinsoul vió las lágrimas acumulándose poco a poco en sus ojitos.

— Oh vas a llorar de nuevo, no...

HyunJin se levantó para abrazarla por la cintura, escondiendo el rostro en su pecho mientras repetía por lo bajo:

— Te quiero, te quiero, te quiero mucho...

— Yo también te quiero— correspondió Jinsoul, ya le habían dado ganas de llorar y no pudo aguantar mucho más tiempo.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora