En medio de la noche

Bienvenidos a todos los lectores presentes!

Espero que disfruten la historia como yo lo hice al escribirla.

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En medio de la noche

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Entro a la pequeña tienda, el sonido de la campana haciéndose sonar indicándole al encargado la entrada de un cliente. Una joven de cabellos platinados dirigió sus pasos a los pasillos viendo minuciosamente los productos en los estantes.

Llevaba puesto un lindo vestido azul celeste de tirantes ceñido a su esbelta figura, era algo corto cubriendo hasta la mitad del muslo dejando a relucir sus piernas níveas, zapatillas blancas de tacón bajo. Hacia frio esa noche por lo cual traía encima una chamarra de mezclilla que cubría sus hombros y pecho.

La chica camino por unos cuantos minutos sin saber que comprar exactamente. Había entrado a la tienda solo para protegerse del frio. Sus ojos se posaron en un paquete de galletas cubiertas de chocolate blanco, lo tomo observándolo, se miraban deliciosas.

Llego a la caja registradora colocando las galletas sobre el mostrador.

—Buenas noches—Dijo el encargado con cortesía—¿Cómo estás?

—Bien—Respondió autónoma sin emoción aparente.

Tras pagar y despedirse en un susurro sutil del encargado. La chica salió, pero no fue muy lejos, aun lado a unos cuantos metros de la entrada de la tienda estaba una banca, aburrida y sin nada mejor que hacer se sentó en ella, abrió el paquete de galletas llevándose una a la boca. El aire frio de la noche golpeo sus mejillas y meció suavemente algunos mechones de su rubio cabello.

Recargo su espalda contra la pared fijando su azulada mirada por los alrededores, no había mucho movimiento algo inusual para ser un viernes por la noche. Normalmente a esa hora se escuchaba la música estruendosa de alguna fiesta o el sonido de los automóviles pasar.

Y precisamente ella debería estar en una justo ahora.

Debería.

Al salir de clases Elsa Sorensen solo deseaba llegar a su casa, cuando su hermana Anna le conto acerca de una fiesta esa noche en casa de Charlotte Labouff una de las chicas más populares del Colegio de enseñanza y formación de Arendelle donde realizaban sus últimos años de preparatoria, al inicio quiso negarse en asistir pero su mejor amiga Rapunzel termino por convencerla, aludiendo que esa semana habían tenido exámenes y entrega de proyectos finales y merecían relajarse después de tanto estudio.

Después de terminar su turno en la librería donde trabajaba medio tiempo. Elsa fue a casa a cambiarse para la fiesta mientras se arreglaba esperaba pacientemente a Anna e irse juntas en el auto. Sin embargo, al poco rato recibió una llamada suya, avisándole que ella ya iba en camino disculpándose de paso por no llevarla.

Elsa no le tomo importancia, tenía las llaves y solo debía irse. Pero no conto con que Anna no llenara el tanque de gasolina, dejándolo vacío en su última salida imposibilitándole conducir.