En la oscuridad

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Les traigo un nuevo capitulo de esta pequeña historia.

Espero lo disfruten, mis queridos lectores.

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En uno de los suburbios más acaudalados y con la mejor seguridad de todo Arendelle. En una mansión considerablemente enorme, se realizaba una fiesta en pleno apogeo, repleta de jóvenes estudiantes preparatorianos quienes bailaban al ritmo de la estruendosa música. El interior decorado con luces ambientales, dándole un aspecto fiestero.

Los jardines disponían varias mesas repletas de bebidas y comida para picar, los invitados dispersos por todas partes, algunos en la terraza, otros brincando hacia la enorme piscina del patio trasero o realizando juegos de verdad o reto en las escaleras principales.

Todos parecían estarla pasando fenomenalmente, festejando el inicio del fin de semana y de terminar con el estrés de los exámenes finales.

Sin duda nadie contrariaba la opinión de que Charlotee Labouff organizaba las mejores fiestas.

Bueno, no todos.

Recargada contra la pared de uno de los pasillos de la mansión. Alejada del resto, una joven de cabellos pelirrojos peinados en dos perfectas trenzas revisaba ansiosa su teléfono celular. En su bandeja de entrada, tenía tres llamadas perdidas y varios mensajes de texto, todos provenientes del mismo contacto.

La emisora de aquellos mensajes y llamadas, pertenecían a su hermana mayor. A quien ahora ella le marcaba insistente.

Después de cansarse luego de bailar por casi una hora, Anna quiso tomar un descanso para sentarse y servirse una bebida. En ese momento recordó haber apagado su teléfono al llegar a la mansión junto con su mejor amiga Ariel y su novio Eric, la chica dejo de lado su bolso en una de las repisas, olvidándolo hasta ese momento.

No respondía, volvió a marcar el numero esperando le atendiera.

"Soy Elsa, no puedo atenderte en este momento, por favor márcame más tarde" Sonó la grabación de buzón de voz.

—Vamos, Elsa. Contesta—Susurro sin despegar el móvil de su oreja.

Una oleada de culpabilidad la invadió, ella la obligo a aceptar asistir, le prometió recogerla en casa de ambas después de terminar un proyecto con Ariel para una clase. Al terminarlo tarde, Anna opto por cambiarse en casa de su amiga, marchándose con ella y avisándole a Elsa del abrupto cambio de planes.

La fiesta tenía casi hora y media de haber iniciado y Elsa aun no llegaba. No fue sino hasta leer los mensajes de reclamo de su hermana, sobre dejar el tanque sin gasolina que empezó a preocuparse.

Sin soltar el teléfono, comenzó a caminar por todo el lugar preguntando a sus compañeros si alguno había visto a Elsa, todos respondían no haberla visto, prosiguió con su búsqueda por la terraza y jardines, recibiendo la misma respuesta.

Frustrada volvió a ingresar a la mansión dejándose caer contra un enorme sofá.

"¿Dónde diablos estas, Elsa?" se preguntó angustiada.

—Oye—Le hablo una voz a lado-¿Eres amiga de Rapunzel? ¿Cierto?

Anna giro el cuello viendo quien le hablaba. Era Eugene Fitzherbert o como mayormente se le conocía "Flynn" un chico apuesto de cabellos castaños, ojos color marrón claro y una pequeña barba decoraba su mentón. La viva imagen de chico rebelde.

En medio de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora