El Deseo Secreto del Príncipe [Final de Temporada]

Extra 3: Enojo y Conspiración

¡Crack!

El sonido de un vaso rompiéndose contra la pared se escuchó. Toda la habitación estaba hecha un desastre. Todo lo que podía ser roto está esparcido en pedazos en el suelo.

"Por favor cálmese su alteza, el enojo es malo para la cara." Una voz sonó en la habitación. Era la voz de un hombre. Sonaba tenue y tranquila, pero había una pizca de malicia que no podría ser detectada si no prestabas atención.

"¿Ha? ¿Dices que me calme? Dame una buena razón para no romperte en pedazos junto a la demás vajilla de esta habitación." Otra voz se escuchó, igual que la anterior, era la voz de un hombre, aunque esta era más juvenil, y al contrario de la anterior no ocultaba su malicia y arrogancia en su tono.

"Eso es porque, nuestros planes aún no se han cumplido y me temo que, sin mi ayuda, su majestad no podrá completar su cometido." Dijo la voz tranquila.

"¡Humf!" La voz juvenil resoplo. "Tienes coraje para poder decir eso. ¿Terminar nuestros planes? ¿Acaso crees que podemos hacer eso en este momento? Ese perro blanco salió de su jaula y ese anciano no logro su promesa. Estamos más lejos que nunca de lograr nuestros planes."

"Admito que hemos tenido unas situaciones inesperadas últimamente. Pero no es como si todo estuviera perdido, todavía podemos seguir nuestro plan."

"¿Plan?" Esas palabras solo hicieron enojar más al joven. "Tú dijiste que ese albino estaría pudriéndose dentro de esa mansión sin causarnos problemas. ¿Y qué es lo que paso? No solamente escapo, sino que sus supuestos poderes inexistentes despertaron y por si no fuera poco ahora no sabemos su paradero. Para cereza del pastel, ese anciano fallo en su misión. Así que dime querido espejo en la pared, ¿Cómo sugieres que hagamos para volver todo de acuerdo al plan?"

El joven le gritaba al espejo que colgaba de la pared. En toda la habitación era el único objeto que no había sido destrozado por el joven.

La voz tranquila salió del espejo. "Por favor no se preocupe, incluso si su amado primo despertó sus poderes, no influye una amenaza para nosotros. En cuanto a su paradero, es muy probable que el trabajo de alguien de otra facción. Siempre y cuando sepamos quien lo tiene, únicamente tenemos que recuperarlo y como usted sabrá, siempre y cuando él entre en nuestro territorio, no podrá escapar. Podríamos decir que, solo nos lo están enviando antes de tiempo."

El joven quería responder, pero vio cierta lógica a las palabras del espejo, por lo que intento calmarse antes de seguir. "Entonces, supongamos que el paradero del albino está bajo control. ¿Qué pasa con el brazalete? Se suponía que el anciano nos lo entregaría, pero ahora está en las manos del príncipe heredero de Orleans. Y querer tomar el brazalete de él, sería iniciar una guerra entre reinos. Aunque no me molestaría hacerlo, aún no soy lo suficientemente poderoso para asegurar que pueda ganar."

"Tómelo como un contratiempo. Tarde o temprano tendremos lo que deseamos."

El espejo no dijo más. Aunque sonara tranquilo en el exterior, él también tenía cierta insatisfacción dentro. Él estaba seguro de que la fuente de maná de ese niño estaba seca. También sabia que el brazalete estaba en manos de Sigurd y que él no tenía ningún contacto con nadie en el continente del este.

¿Cómo era que de la nada algo que tenía que estar seco, cobro vida? ¿Cómo era que de la nada el brazalete estaba en manos de alguien tan problemático como el príncipe heredero del Reino Orleans?

Estas irregularidades le hacían dudar de sus planes por primera vez desde hace muchos milenios. Pero solo podía guardarse sus pensamientos personales para no alarmar al príncipe que estaba delante de él. Mientras estuviera en el espejo, su único aliado era ese niño.

Por lo que trago sus inseguridades y dijo con la misma voz serena y tranquila.

"No se preocupe su majestad. Me aseguraré de que todo salga acuerdo nuestros planes."