Extra 1

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- ¿Qué te duele?

- No sé.

- Si no me dices que te pasa, no puedo ayudarte.

Silencio otra vez en la fría habitación.

- ¿Hace cuánto tiempo que te duele?

- No lo sé. Hace unos, ¿seis o siete meses, quizás?

- ¿Es una pregunta o una respuesta?

- ¿Es esto una terapia o un interrogatorio?

James estaba sentado en el frio suelo del hospital. Las blancas paredes hacían que el lugar estuviera iluminado hasta en el último rincón de la habitación. La doctora Snow suspiro, y con sus bonitos ojos miel, pregunto otra vez, con más calma.

- ¿Coincide con una fecha importante?

- Si.

- ¿Cuál?

- La muerte de Severus Snape.

- ¿Eso es lo que te duele?

- No, en lo absoluto.

- ¿Remordimiento?

- No tampoco.

- ¿Sabes orar?

- No soy religioso.

- Entonces déjalo ir.

- No.

- James, si comprendes que el desapareció, puedes mejorar.

- Ese es el problema.

- ¿Mejorar?

- No.

- No comprendo.

- Nadie lo hace.

La doctora solo le miro con renovada curiosidad.

- ¿Quieres explicarme?

- Si.

- Te escucho.

- Fue en 1978, cuando rompí mi relación con Lily Evans, después de años persiguiendo, y lamiendo el piso por donde ella pasaba, perdió todo el encanto. No me lo tome a mal doctora, seguimos siendo buenos amigos después de eso. Pero fue cuando lo vi a él, en una misión de la Orden, estaba más delgado, y desnutrido, pero esos brillantes ojos negros no habían cambiado en nada. Estaba en el bando contrario, éramos muchos, y la mayoría de los mortifagos había muerto, seguro a manos de los demás mortifagos. Estaban los Lestrange, unos parientes lejanos de los Malfoy's, y otras sangres puras. "¡Cállate Avery!". Eso fue lo que grito a su compañero, antes de que este le devolviera los insultos. Lo próximo que vimos fue un rayo verde esmeralda cruzar y dar lleno en su objetivo, al suelo callo inerte el cuerpo. Pero nadie le reclamo su acción, solo siguieron luchando, y tratando de escaparse. Y los franceses estirados, como buenas gallinas que son. Escaparon dejando a todos los demás a su suerte. Bellatrix estaba herida, y hubiera muerto si hubiera sido por su marido, quien la hubiera dejado desangrarse. Sirius, le salvo la vida. Después de todo era su prima.

- ¿Y después...?

- El también sangraba, pero una cosa era ser enemigos desde los once, y otra cosa era ser unos asesinos, y vivir con eso en la conciencia. No me lo tome a mal, pero no quería cargar con semejante atrocidad en mi cabeza.

- ¿Le hubieras dejado morir?

La doctora pregunto con voz calmada, James pereció perderse en un viaje astral muy grande, y para cuando volvió a si mismo después de haber pensado su respuesta por unos siete minutos dijo:

Ver mas allá -Snames-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora