Cap. 30

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Seokjin era muy sensible a la hora de los celos. Él no era de esos que se enojaban a morir y te armaban un escandalo. Él era de los que se sentía ofendido y lloraba, esa era su forma de demostrar sus celos.

Justo como ahora.

El menor lloraba abrazando fuertemente a Namjoon.

Era la persona que menos quería ver, pero ahí estaba. Kim Namjoon había llegado a su casa minutos después que él, al principió no lo dejo entrar y, es más, nunca lo dejo, pero ya tendría una excusa que inventarle a su hermano cuando preguntara por la puerta.

Porque sí, Namjoon había pateado literalmente la puerta de su casa con tal de hablar con él.

Y cuando Namjoon se disculpo, no pudo evitar sentirse mal por él mismo, porque sabía que terminaría sediendo.

Cuando las lágrimas de Seokjin calmaron, los hipidos aún se hacían presentes, ambos aún permanecían abrazados. Seokjin tenía escondido su rostro en el cuello del mayor mientras este lo sostenía fuertemente de la cintura para que no se fuera.

El mayor suspiró algo cansando y beso la coronilla del menor.

— No se si me creas o no, pero creeme que comprendere si esto termina — Dijo el mayor.

Seokjin negó torpemente por estar metido aún en el cuello del mayor.

— N-no, y-yo no quiero que ter-terminemos.

Namjoon lo miro con ternura. Beso su frente, después sus mejillas levemente sonrojadas por los chillidos de hace rato y, por último, sus labios. Sabía que no tenía el derecho de besarlo después de lo que había hecho, pero no podía soportarlo, los labios de Seokjin eran como un imán.

— Sinceramente — Masculla el mayor — Creo qué estarías mejor sin mi.

Y eso fue suficiente para Seokjin. Su rostro se torno entre serio y triste.

— Yo... seguramente solo son excusas. ¿Usted esta buscando una forma para acabar con nuestra relación? — Preguntó el menor.

La tristeza invadía su rostro, pero no tenía otra explicación más lógica que esa.

— ¿Qué? No, no. Seokjin no es eso...

— Pues así lo parece. Si no quería estar conmigo en una relación me lo hubiera dicho. ¿Solo jugo conmigo? — preguntó el menor.

Namjoon bajo la mirada un tanto desconsertado. No era así, él realmente había comenzado a sentir cosas por Seokjin, cosas que nunca supo explicar, pero que él sabía que era nada más ni nada menos que atracción.

Le comenzó a gustar Seokjin porque se dio cuenta qué los polos opuestos se atraen.

— No, Seokjin, no jugué contigo, ni con tus sentimientos ni nada de eso. Podre ser un gran hijo de puta pero no lo soy tanto como para jugar con eso. Solo digo la verdad, no quiero que pienses que esto terminara, porque no es así. Yo soy un gran hijo de puta como te dije y perdón por serlo, se que no soy suficiente para nadie, nunca tuve una relación estable, mucho menos con una mujer, es difícil y lo siento realmente.

Namjoon suspiró de nuevo para agregar:

—No soy tan idiota como para dejarte ir.

Seokjin quería no creerle, pero el menor sabía que en realidad lo haría, caería de nuevo ante los encantos de Namjoon y volvería a sufrir. Pero se arriesgó. Sonrió enternecido y sobo suavemente su mejilla para dejar un beso.

Lo que Seokjin no esperaba era que Namjoon fuera cumplir su palabra.

Ámame [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora