Silencio. No se escucha nada, ni siquiera el sonido de los elevadores o de pasos, como de costumbre. Estoy en una biblioteca. Suelo venir aquí por libros y es uno de mis lugares favoritos en la ciudad. Es un edificio enorme y hermoso, con estanterías llenas de libros que llegan hasta el techo, mesas de lectura y sillones acogedores, de esos en los que no te acuestas solo porque no está permitido. Siempre había silencio en este lugar, si, pero nunca tanto como ahora. Generalmente se escucha el sonido de los elevadores, de gente tecleando en las computadoras, se escuchan las pisadas de quienes suben las escaleras y como pasan la hoja del libro que leen. Pero hoy no. Hoy puedo escuchar perfectamente mi respiración y, si un alfiler cayera al piso, seguro podría escucharlo perfectamente.
Creo que soy la única persona aquí. Es extraño, puesto que siempre hay gente yendo de un lado para el otro o leyendo en los sillones. Tengo que aceptarlo, estoy asustada. Pero tampoco planeo estar aquí sentada en el piso todo el rato, así que mejor me paro y aprovecho un poco la situación. Puedo ver los libros a mi antojo y no sentirme presionada porque ya me gustaron demasiados.
Comienzo a subir las escaleras y a buscar en las estanterías algo que me llame la atención. No sé cuánto tiempo llevo así, algo pasa conmigo cuando estoy rodeada de libros que hace que me pierda y no reaccione a nada mas, que solo piense en lo que voy a leer y no exista nada mas en el mundo, que solo seamos los libros y yo. Vaya, he encontrado los libros de Harry Potter. Son de mis favoritos, los he leído como diez veces, así que no tendría por qué tomarlos, tengo mis propias copias en casa. Pero hay algo, siento un impulso, escucho una pequeña voz que me dice “Tómalo.” Creo que a esa voz le llaman conciencia. Hojeo el libro, y si, esta mucho más cuidado que el mío, obviamente. Estoy a punto de devolverlo a su lugar cuando veo unos ojos color marrón, casi llegando al miel, que me observan desde el otro lado del estante, justo en el hueco que dejo el libro que tengo en las manos… o tenia, mas bien, porque soy tan torpe que se me cae. Tengo que agacharme a recogerlo, pero eso significaría tener que dejar de ver esos ojos maravillosos, y la verdad es que podría pasarme la vida viéndolos. Los rodean pestañas largas y rizadas, y sobre ellos hay unas cejas pobladas, que se alzan al ver que no quito al vista de encima.
Ahí es cuando reacciono: ¿Qué no estaba sola? ¿Quién es el dueño de esos ojos? ¿Y si es un loco violador que se va a aprovechar de que no hay nadie mas y me va a torturar teniendo solo a los libros como testigo? ¿Cómo diablos hizo para no hacer ruido? ¿Me está siguiendo? ¿Cómo salgo de aquí? ¿Por qué me estoy haciendo tantas preguntas?. Siento como un rubor invade mis mejillas, así que bajo la mirada. Ganar tiempo, tengo que ganar tiempo y pensar que hacer. Me agacho a recoger el libro lentamente, y justo cuando me voy a levantar, veo unos tennis Vans situados justo al lado de donde están mis manos. Voy subiendo la mirada poco a poco, mientras me levanto. Vans azules. Pantalón beige un poco ajustado. Unas manos grandes, con uñas recortadas y un reloj en la muñeca. Sweater azul obscuro. Brazos musculosos y bien torneados. Labios gruesos. Nariz perfecta. Oídos perforados. Y ahí están: esos hermosos ojos marrones que me quitan la respiración por un momento.
Sonríe y se pasa la mano por el cabello. Su cabello es obscuro y esta peinado hacia abajo, en una especie de... ¿fleco?. Dios, es tan guapo. Pero hasta donde sé, podría ser un retorcido mental que quiere matarme y vender mis órganos por internet mientras se come mis dedos aderezados con salsa Barbecue. Así que me arriesgo a preguntarle quién diablos es y que se cree para asustarme de esta manera.
-¿Quie…- Pero no me deja terminar. Apenas empiezo a hablar cuando se acerca a mí y estampa con fuerza sus labios contra los míos. Me resisto al principio, pero de pronto, una de sus manos está en mi rostro y la otra acaricia mi espalda, sus labios se vuelven tiernos. No soy dueña de mis acciones, mis manos suben y se entrelazan con su pelo. Su boca se mueve al compas de la mía, como si ese fuera su lugar en el mundo, como si estuviera hecha para besarme. Me olvido de mis pensamientos anteriores, porque si está aquí para matarme, vaya manera de morir. Es como si sus labios fueran morfina.
I want a girl with lips like morphine, knock me out every time they touch me I wann…
Estúpida alarma. Tomo el celular y lo aviento. No es solo el hecho de que es muy temprano para estar despierta, si no que estaba teniendo un buen sueño. No recuerdo con exactitud que soñaba, pero creo que había un chico con ojos color café en el. Ojos color café. Súbitamente, recuerdo lo que estaba soñando. Paso una mano por mis labios cuando la alarma suena de nuevo. El chico era guapísimo y besaba como los ángeles. Ese sueño se siente muy real.
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Hola Chicas! Pues esto es algo que esta vez, SI escribí yo. Ya tenía la idea de esta historia desde hace como dos años, hasta tenía unos capítulos escritos, pero la voy a adaptar a One Direction. Apenas es el inicio y voy a hacer todo lo posible por hacerla interesante, lo prometo, no será una historia cliché y típica en la que en el capitulo tres están enamorados y al cinco ya están de gira juntos. Si les gusta, si no les gusta, si soy pésima escribiendo, si me quieren contar como se extinguieron los dinosaurios o que hicieron ayer, me dejan un comment y las amare por siempre.
Este va dedicado a @MissHoranMF porque al final ella fue la que termino de animarme para que lo subiera. Te quiero Manu♥.