𝙻𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚜 𝚊 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚖𝚊𝚝é: 𝚁𝚎𝚌𝚘𝚖𝚙𝚎𝚗𝚜𝚊

Capítulo 5

~ 23 de enero ~

Hoy es un gran día. Por desgracia, hallaron el cuerpo de Susy, que mal para su familia, la fui a visitar y estaba muy dolida por el asesinato. Susy, concuerdo en una parte que era muy linda, pero por otra era el demonio mismo. Ahora estaba muerta y nadie lo podría cambiar. Me uní al "dolor" que sentía la familia de Susy, entre ellas, estaba su prima, era una chica perfecta, ella era la popular, creo que seguiré con ella, pero ahora, la mataré de una mejor manera, creo que esta vez sí habrá bastante sangre.

~ 24 de enero ~ 

Hoy es el entierro de Susy, la policía ya sabe que alguien la envenenó, pero nadie dudaría de mi, de la chica nerd y sin fuerzas que siempre he sido. Esta vez no me situaron a testificar, y en vez de eso, atraparon a un drogadicto pensando que él la había envenenado, lo encontraron vagando por el cuerpo, pero lo que realmente pasó fue que yo contraté a ese hombre, pero no iba a decir nada, porque primero le pagué bien y segundo, no fui yo quien le dio la orden, si no una tal Cony de 27 años de edad (que obviamente no existía), lo tenía todo planeado, hasta el último detalle.

~ 25 de enero ~

Invité a cenar a la prima de Susy, se llama Ariana, es muy muy especial, ni sé que tiene, tal vez sea su hermoso cuerpo, su color de piel, sus pecas, sus ojos grandes color cafés, unas pestañas muy largas y bonitas, unas manos muy suaves, unas uñas largas pero bonitas, su cabello color café, con unas ondulaciones, también su forma de vestir, siempre con sus minifaldas, y sus playeras ajustadas, o sus pantalones ajustados y sus tops, yo nunca me he vestido así, ella es alegre, no tiene las mejores calificaciones, y es un poco tonta, a veces es un ángel, y otras veces manda a sus seguidores a golpear a quien se burlan de ella, creo que es hora de acabar con ella, antes de que eso me pase a mi.

Estaba esperando a Ariana en el restaurante, comeríamos y después la iría a dejar a su casa, por primera vez, ella no venía acompañada de alguno de sus "amigos" entonces tuve la oportunidad de hablar muy tranquilamente con ella. Hablamos sobre la escuela, sobre su popularidad, sobre todo, sus gustos, su prima, literal, de todo.

Cuando terminamos de cenar, para llegar a su casa, había un edificio abandonado, y le dije que nos divirtiéramos un poco, así que entramos, estaba muy oscuro, así que saqué la lámpara de mi celular, y le dije a Ariana que lo sostuviera, ella tomó el celular, mientras yo sacaba mi navaja de mi bolso. Ella estaba muy distraída, así que no se dio cuenta, entramos cada vez más, ella aunque parecía tímida, no lo era, así que no hubo momento en el que se asustara. Cuando entramos un poco más al edificio, había unos sillones y una cama, estaban muy polvosos, pero me servirían para algo. Le dije a Ariana que qué tal si nos quedábamos ahí a dormir como un reto, y quién soportara más ganaría, ella aceptó.

Yo seguía con el cuchillo en la mano, ella se acostó en la cama, para ver, según ella si estaba cómoda para dormir, pero ella no sabía que dormiría ahí para siempre.

Mientras ella estaba acostada, yo saqué más mi navaja, era pequeña pero cortaba muy profundo, apagué la lámpara de mi celular, y me acosté al lado de Ariana, ella no se inmutó ni hizo nada 

*

E: Ari, es una noche tranquila, ¿no crees?

A: Sisisi, me encanta estar así, relajada, y tratando de dormir.

E: No te preocupes por eso Ari, yo haré que duermas para siempre -dije sonriendo -

A: Qué graciosa E - dijo riendo -

*

En ese momento, puse mi mano en su cuello, trató de quitármela pero yo tenía más fuerza que ella, después, tomé mi sudadera y la puse en su rostro, ahora ya no podía respirar bien. Tomé la navaja y le hice un corte en su cuello, pero para que no sangrara tanto, opté  por ponerle un papel en ese agujero, después, con la navaja, le corté el lado izquierdo del pecho, ahí veía su corazón latir, muy acelerado, clavé un poco más el cuchillo, escuché que Ariana daba un grito de dolor, pero unos segundos después, ya no se escuchaba nada.

Le vi su rostro, estaba pálida y ya ni respiraba, era excelente. Ahora, me puse unos guantes, metí mi mano por el agujero que le había hecho en el pecho, la sangre empezó a salir, yo metí cada vez más mi mano, hasta que tenía el corazón de Ariana en mis manos, se lo saqué y lo puse en una cajita de cristal que yo llevaba, todos querían su corazón, ahora lo tendrían en sus manos.