Perversiones de Otro Mundo +18 [Lemon] [Eldarya] [Nevra]

Aullar

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Segunda temporada de Otro Mundo, Fragmentos de nuestro mundo.

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Si eres menor te invito a NO seguir leyendo. En Wattpad tienes contenido apto para tu edad, esta no es una historia para ti.

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Te invito a seguirme en mis redes de arte que las dejaré en comentarios de este párrafo.

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Capítulo 61 de Fragmentos de nuestro mundo

– Nevra –

Caminamos hasta las murallas cuando notamos que dos personas se ponían a nuestro lado. Marittza y Taros no sabían cómo agradecernos el haberles ayudado tanto a salvarlos y ambos brindaron todo su apoyo a nosotros.

El licántropo se ofreció a acompañarnos hasta la entrada de la guardia, pero tanto Elizabeth como yo le dijimos que no, que ahora tenían que recuperar el tiempo perdido, algo en lo que ambos sonrieron radiantes.

Fue entonces cuando les dejamos partir hasta la casa de Taros, mientras nosotros nos dirigíamos al hostal donde nos quedábamos para informar a los demás y partir hacia la guarida.

– Menos mal que no tiene vecinos – añadí recogiendo nuestras cosas.

– ¿Por qué lo dices?

– Después de un año sin estar con su amada ¿Qué crees que harán? – alcé una ceja y ella rompió a reír. – Si yo ya estoy mal después de una semana sin tenerte entera para mi imagínate un año...No nos ven fuera de la cama otro año más.

– Eres un idiota – rió divertida a la vez que se mordía el labio, sabiendo que era verdad lo que decía. Me acerqué a ella para besarla de forma suave sin evitar sonreír entre cada beso.

Me fijé que el cuaderno con el que me escribía con Karenn había estado brillando, por lo que leí rápidamente lo que mi hermana me decía y sonreí satisfecho.

– ¿Y esa sonrisa? – Elizabeth me miraba.

– Karenn me ha escrito, ya sabemos el sexo del bebe de madre.

– Déjame adivinar... ¿Un niño?

– ¡Sí! ¿Cómo lo has sabido? – la miré sorprendido.

– Cuando fui a ver a tu madre me dijo que sentía que iba a ser un niño, que ese sentimiento lo tuvo con ambos embarazos y nunca le falla, por lo que deduje que eso era cierto.

– Muy cierto – sonreí y miré las páginas del cuaderno – Es increíble que mi madre vaya a tener un niño...

– La verdad es que si – se acercó a mí para darme un leve beso en los labios.

Cuando recogimos nuestras cosas nos juntamos con los demás, a quienes les fuimos explicando lo sucedido por el camino. Eweleïn se molestó porque no les dijimos nada a ninguno para poder ayudar en cierta forma, aunque algunos, como Valkyon, entendían el porqué. Cuanta más gente lo supiera más posibilidades habría de que la bruja también se hubiera enterado.