Día 4

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NSFW!!!

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Seishu se había acostumbrado a llegar cada día a casa con los pies molidos, raspones, marcas por todo su cuerpo y las piernas temblorosas. Las dos últimas le gustaría obtenerlas por otros medios, pero ya sea para su desgracia o para su suerte, eran las secuelas que el ballet le dejaba a diario.

Tampoco se quejaba. Le apasionaba la danza, y nunca se cansaría de ella. Le parecía bella en todas las formas que se le podían venir a la cabeza. Tanto observar como ser observado le parecía hermoso.

Su compañera de baile era muy agradable, Yuzuha Shiba tenía unos movimientos bruscos pero hermosos. Y Seishu, al moverse de forma elegante y tranquila conseguía la combinación perfecta de baile junto a Yuzuha.

Una semana quedaba para la representación. Una semana que iban a dedicar a perfeccionar todo, pero Yuzuha tuvo un accidente.
Ingresada en el hospital con varios huesos rotos y en observación por si algo fallaba, pero fuera de peligro.
Contando con eso, nada salía bien para Seishu, ninguna de las bailarinas estaba libre o dispuesta a aprender la coreografía en una semana.

Desesperado y a punto de tirar la toalla de su gran sueño, llegó un voluntario. Como si el destino estuviera haciendo su trabajo y de verdad estuviera intentando ayudar a Seishu.

Era un bailarín de aproximadamente su edad, quizás algo más pequeño, con el pelo negro y complexión delgada. Su cara no era lo que se dice bonita, pero era guapo, increíblemente guapo.

Cuando llegó esa mañana casi con prisa buscando a Seishu, este se sorprendió. No le molestaba que fuera un hombre el que bailara con él mientras supiera lo que hacía. Así que decidió simplemente hacerle una prueba, tanto en solitario como en pareja.

Se encontraron en una de las salas de la academia. Decidió que sólo citaría al bailarín, Kokonoi Hajime, ya que no necesitaba otra opinión aparte de la suya para tomar esa decisión.

Kokonoi llevaba una camiseta negra ajustada sin mangas, unas mallas ajustadas del mismo color y el pelo atado en un moño alto, dejando al descubierto su lateral rapado. Seishu por su parte llevaba una camiseta del mismo estilo que la de Kokonoi pero en blanco y con parte del pecho al descubierto por una apertura que la camiseta tenía; una sudadera gris de cremallera cubría el torso.

Empezó a reproducir "Lost With You" de Patrick Watson, y sin tener que decirle nada, Kokonoi empezó a crear una serie de movimientos. Poco a poco iba aproximándose al rubio con movimientos sofisticados pero atrevidos. No hacía mucho uso de las técnicas del ballet, lo cual hacía mucho más hermosa su danza; mucho más libre.

Notó como el pelinegro tironeaba de él y de su chaqueta, intentando desabrocharla a medida que bailaba a su alrededor. Se fijó en la camiseta negra de este, y apenas se notaba pero pudo ver un bulto en su pecho, y no, no era el pezón, pero casi. Kokonoi tenía perforado el pezón izquierdo, cosa que dudaba que fuera permitido en la academia de ballet, pero apartándose de lo ético o no ético, le parecía jodidamente caliente.

Intentando ayudar el propósito de Kokonoi de quitarle la chaqueta, se acabó de desprender de esta porque ya empezaba a sentir las temperaturas subir en esa pequeña, aunque suficientemente espaciosa, sala.

Iba siendo hora de que se uniera a él. Kokonoi llevaba incitando a Seishu para que bailara con él desde el momento en el que conecto la música a los pequeños altavoces. La canción cambió a la versión acústica de "Where is my love", a Seishu no le disgustaba la música clásica pero lo cierto era que mezclar el ballet con otro tipo de canciones le llenaba más. Puede que el tipo de baile que él practicaba fuera más relacionado al contemporáneo, pero mientras sus pies siguieran rozando la tarima le daba igual el nombre que se le pusiera a su forma de moverse.

KokoInui Week // Semana KokoInui 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora