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Unos días después, Wonwoo ya se encontraba mejor. La fiebre había desaparecido, pero seguía sintiendo algo de malestar en el cuerpo.

Era de noche y Wonwoo estaba dormido, abrazado a Mingyu, como de costumbre, pero las ganas de ir al baño le hicieron levantarse.

—Ts... siempre me tienen que entrar ganas de hacer pis cuando estoy más cómodo dormido...— Maldijo en un susurro mientras se dirigía al baño.

Una vez hizo sus necesidades, se dispuso a tirar de la cisterna, pero se percató de algo que le hizo salir corriendo a despertar a Mingyu.

—Hyung, despierta.— Dijo Wonwoo mientras movía al contrario. —Despierta, ¡hyung!

—¿¡Qué pasa!? ¿¡Qué pasa!?— Exclamó Mingyu mientras se incorporaba sobre el colchón.

—He sangrado.

—¿Qué?

Justo después de eso, se apresuraron a ir al hospital. Estuvieron quince minutos sentados en la sala de espera hasta que por fin llegó el turno de Wonwoo.

—Bien, Wonwoo. Túmbate sobre la camilla, por favor.— Pidió el médico con tranquilidad.

Y Wonwoo obedeció. De tumbó y se quedó mirando al techo. Estaba nervioso y tenía miedo.

El médico levantó la camiseta de Wonwoo y puso algo de papel rodeando el borde del pantalón del chico para después echar un gel transparente y frío sobre su vientre.

Mingyu agarró la mano de Wonwoo con fuerza mientras miraba hacia la pequeña pantalla que observaba el doctor, aunque no servía de nada, puesto que no sabía interpretar la imagen que estaba viendo.

Tras unos minutos de silencio, minutos que para la pareja fueron como siglos, el doctor alejó la mirada de la pantalla para dirigirse a sus pacientes.

—Bien-

—¡No quiero escucharlo!— Interrumpió Wonwoo. Se había tapado los oídos con ambos dedos índices de sus manos y tenía los ojos cerrados con fuerza, intentando impedir que se escapara alguna lágrima traicionera.

—El bebé está bien.— Sonrió el médico.

En ese momento, Mingyu sintió un alivio enorme recorrer todo su cuerpo, como si se hubiera quitado de encima diez kilos de golpe.

—Won.— Fue él el que tuvo que agarrar las manos de Wonwoo para que dejara de taparse los oídos. —Nuestro bebé está bien.— Dijo mientras besaba la frente ajena.

—¿E-está bien?— El menor abrió los ojos para girar a mirar al doctor mientras Mingyu se encargaba de limpiar aquel gel frío que seguía sobre la barriguita de Wonwoo.

—El bebé está perfectamente.— Comenzó a explicar el hombre. —Lo más seguro es que haya sido un sangrado de implantación.

Ambos chicos giraron a mirarse entre sí para después volver a mirar al médico, con cara de duda.

—Un sangrado de implantación ocurre cuando la célula fecundada se adhiere a las paredes del útero y eso algo de lo más normal. Pero, tengo una duda. Wonwoo, ¿tú trabajas?

—Sí. En un centro de estética por las tardes.

—¿Y también estudias?

—Así es. Estoy apunto de terminar quiromasajista.

—Entonces mi otra sospecha del sangrado es que haya sido por estrés. Verás, Wonwoo, los tres primeros meses del embarazo son los más delicados, y tú aún estás en la semana 9. Te aconsejo que empieces a reducir las actividades que te requieran un gran esfuerzo físico, no cojas peso, evita emociones extremadamente fuertes y el estrés y vigila tu dieta.

—De acuerdo.

—Tendremos la próxima revisión dentro de 3 semanas. Cuando llegues al final del primer trimestre, ¿de acuerdo?

Wonwoo asintió.

—Si notas cualquier síntoma extraño, no dudes en venir.— Terminó de decir el médico antes de darle a Wonwoo una lista con los alimentos que debe evitar durante el embarazo.

—Muchas gracias, doctor.— Dijo la pareja al unísono para después despedirse del médico.

—Voy a avisar a Cheollie...

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JÁ OS ASUSTASTEIS VERDAD MUAJAJA

Oigan, nada que ver eh, pero creen que yo escribo bien? 😔 les gusta cómo escribo los fanfics?

Imperfect love • {Meanie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora