II

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Notas de la autora.- Este capitulo contendrá soundtrack, por lo que podrán colocarlo en cuanto aparezca la señal para poder reproducirlo, eso ayudará mucho a poder comprender mejor la emoción de aquel momento.













Decir que Colin Bridgerton se había abstenido de observar a su "amiga" Penélope Featherington habría sido una horrenda mentira, ya que todo aquel alboroto que tenía a su cabeza dando vueltas también le había servido de excusa para ver cada detalle de aquella mujer que se presentaba en esta retorcida fantasía, y que parecía tan distinta de la mujer que él amaba, o mejor dicho, tal vez nunca había reparado en todos esos detalles que ignoraba por culpa de su temor a permanecer quieto demasiado tiempo en un lugar.

Se descubrió sonriendo mientras Penélope reía, frunciendo el ceño cuando ella contaba sus anécdotas con algunas señoras de la aristocracia escocesa, y por sobre todo, en más de una ocasión se delató conteniendo el aliento y apresando los puños mientras mencionaba como los señores jóvenes le llevaban toda clase de regalos a casa de su tía.  Eloise por su parte pasaba totalmente de las acciones de su hermano mayor, ya que el tener a su amiga ausente por tanto tiempo había simbolizado un enorme vacío que sus cartas no podían llenar fácilmente, realmente admiraba la forma en que Pen comentaba todas sus aventuras y el como era respetada en medio de las fiestas; siempre había reconocido que su amiga era demasiado inteligente, sobre todo a la hora de destruir una postura con fundamentos pobres, así como ella jamás permitía que las personas se quedaran con la ultima palabra.

— De verdad me alegra demasiado saber que te divertiste en casa de tu tía, ¿Felicity fue contigo, no?

— Así es, aunque su institutriz se encargó de que cumpliera con sus estudios, mi tía no me dejó tiempo a respirar, además hubo alguien que logró capturar mi atención y espero poder verle dentro de poco por tierras londinenses. — Un fuerte ¡crash! resonó en la sala llamando la atención de ambas señoritas, quienes al voltear vieron como yacía parte de la vajilla de porcelana destruida junto a su contenido al costado de Colin, no había sido demasiado difícil deducir que el señor Bridgerton había perdido el control de su taza.

— ¡Colin! Definitivamente te afectó levantarte, deberías ir a la cama — Eloise no dudó en ganarse de pie  para ir a tirar la cuerda que llamaba a la servidumbre, tardando sólo segundos para que llegara una muchacha del servicio a seguir las ordenes de su jefa. al ingresar descubrió lo acontecido y le preguntó a Colin si se encontraba bien, recibiendo una respuesta afirmativa aunque muy poco convencional.

— Te ves muy pálido Colin, ve a descansar, ya tendremos tiempo para poder conversar ¿Qué dices?

— Es..Estoy bien, de verdad, me siento estupendo, sólo cogí mal la vajilla no es para que exageren. — Sabía que ninguna le creería, así que se puso en pie para poder salir de aquella sala, de pronto había comenzado a acabarse el oxigeno en la estancia, y con ello necesitaba escapar de aquella clase de pesadilla, aunque no contaba con que aquella chica tan especial para él se acercaría a ayudarle.

— ¿Te parece si damos un paseo en el jardín? Eloise ya vengo, llevaré a tu hermano a tomar aire fresco.

Sin que Colin pudiese protestar Penélope pasó su brazo por el izquierdo de él, guiándole calmadamente hasta el jardín, lo que provocó que casi se atragantara ante el nerviosismo y vaya que aquello le tenía desconcertado, cómo era posible que sintiera tantas emociones con sólo un toque de aquella mujer que claramente no era su esposa, aunque lucía tan radiante como ella.
No hablaron palabra alguna en el trayecto al parecer ninguno quería arruinar ese breve instante en que casi llegaban a las puertas de cristal, donde se abría una zona cubierta de distintas clases de flores con asientos cómodos para leer o beber una taza de té.

Enamorando a Ms FeatheringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora