CAP 22

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Izuku tembló al escuchar la voz de Yaoyorozu, respiró profundamente tratando de calmarse y le siguió la conversación.

"Sólo es una casualidad, verdad?"

— H-Hola Yaoyorozu... — logró decir a pesar de tener un pequeño nudo en la garganta.

— A pasado mucho desde que hablamos, no es así, cómo estás?

— He estado bien....y tú...— contestó en un pequeño susurro.

— Yo estoy más que bien, pero no es momento de hablar de eso, no crees?

Izuku no respondió.

— Bien, seré clara contigo, te he soportado suficiente tiempo y todo tiene un límite, quiero que te alejes de Shoto.

El corazón de Izuku se detuvo un momento, sus ojos se abrieron y su mano apretó con fuerza su celular. 

"No."

"No era posible." 

"Con ella no...no, todo era un malentendido, cierto?" 

— Él es feliz a mi lado, lo que digo es hipócrita lo sé, pero nos amamos...nunca fue mi intención meterme en tu relación pero yo lo amo y lo amaré siempre. 

— ....

— Es repentino, pero no podía ocultarlo más, estoy esperando un hijo suyo y no tienes idea de lo feliz que soy por ello, pero no quiero que mi hijo crezca sin su padre... lamento que te tuvieras que enterar de esta manera, en serio, pero por favor Midoriya-san, te aseguro que lo haré muy feliz... 

— Y-yo... 

— ...Él está a mi lado ahora...vino apenas se enteró...sólo olvídate de él, te aseguro que a mi lado será muy feliz... — terminó por decir y luego cortó la llamada. 

 En ese instante nada importó, Izuku...él...

Se demoró, todo a su alrededor se oscureció, el fastidioso zumbido llegó a sus oídos, la fuerza en sus piernas se fue en segundos haciéndolo caer de rodillas y fue entonces que... 

 Lloró. 

 Lloró con todas sus fuerzas, lloró y por primera vez no se preocupó por si alguien lo escuchaba, por si sus sollozos molestaban a alguien, él sólo quería que su corazón dejara de doler... 

 Lloró por las palabras de aquella joven. 

 Por las promesas que alguna vez se hicieron.

 Por el dolor.

 Lloró por él...

 Lloró por todo lo que fueron, y por lo que ya no serían. 

 Lloró demostrando su sufrimiento... Dando a entender que ahora todo se acabó...

 Tiró su celular al piso con enojo. 

 Maldiciendo, mientras tiraba y rompía todo lo que encontraba. 

 Los vidrios de algunas baratijas lo lastimaron. 

 Sus manos temblaban y con enojo plantó un vidrio en sus manos y sus brazos.  Gritando que dejaran de temblar, algo que tristemente no sucedió... 

 Una cortada llegó a su antebrazo izquierdo. 

 Otra más. 

 Y más... 

 Las heridas sangraban...

 Su pecho dolía, las voces en su cabeza no callaban, su cuerpo temblaba...

Adiós...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora