CAP 28

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"Por favor...regresa, te necesito, juro que yo seguiré aquí para ti, así que por favor...vuelve"
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La noche parecía eterna, las lágrimas al igual que las estrellas parecían no tener fin...su recuerdo era cada vez más vívido y las ganas de tenerlo cerca no hacía más que aumentar.

El egoísmo se adueñó de él y sin pensarlo dos veces marcó su número, el teléfono sonaba y sonaba pero no había respuesta, con esperanza deseó de corazón que contestara.

Su petición se cumplió cuando escuchó la suave voz de Izuku al otro lado de la línea.

- Hola...?

Su corazón latía con violencia y de su garganta no salía palabra alguna, en ese instante olvidó hasta de como respirar, lo amaba tanto y escuchar su voz en ese momento era lo más preciado que tenía.

Por Dios...quiso decirle tantas cosas pero prefirió callar, por el bien de él...

Carcomido por la tristeza colgó el teléfono y lo lanzó lo más lejos posible, todo su ser se desmoronó, su poca resistencia dejó de existir, ya no tenía caso...

No era justo, al menos no para él...

Se encaminó a su auto y se dirigió a su hogar, claro, si es que aún podía llamarlo hogar porque sin Izuku ahí, nada parecía tener valor alguno.

Llegó a casa y ... nada, no escuchó un "Bienvenido a casa" por parte de su esposo, tampoco obtuvo su anhelado beso en la mejilla y por supuesto su cálido abrazo jamás llegó.

Agotado de todo se metió en su cama y se propuso dormir, al menos en sueños aún podía tenerlo cerca...

...

— Izuku está todo bien? — preguntó Shinsou al ver que Izuku miraba su celular con intriga.

— Ah, sí, era un número desconocido — respondió con normalidad.

— Ya veo, se está haciendo algo tarde, regresemos para cambiarnos y después iremos a cenar.

— Jaja tienes todo planeado verdad? — preguntó sonriente.

— Por supuesto, soy un loco del itinerario y deseo que todo se cumpla al pie de la letra — contestó fingiendo un tono de voz formal enderezando su postura.

Izuku río ante lo dicho contagiando su humor a su acompañante, ambos se sonrieron y fueron a casa.

Al terminar de arreglarse Shinsou lo llevó a un restaurante bastante elegante, tenía planeado una cita a luz de las velas y después lo llevaría ver los fuegos artificiales.

— Es muy lindo. — comentó Izuku mientras se sentaba. — Venías seguido aquí?

— Algunas veces, pero confieso que es mejor cuando estás acompañado. — respondió con un notable sonrisa mientras dirigía su mirada hacia el balcón. 

— Ya veo, es una linda noche no crees? 

— Por supuesto, pero nada se compara con lo lindo de tu mirada, tus hermosos ojos verdes con un brillo mucho más intenso que el de las estrellas, sinceramente... todo tú no tiene comparación alguna... — mencionó con gran sinceridad mientras dejaba que su mirada violeta se perdiera en las hermosas esmeraldas de su acompañante. 

Adiós...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora