Última oportunidad.

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Capítulo Dos.
Última oportunidad.

Todo hombre, se jacte o no de ser mujeriego, tiene una.

En el fondo del armario, debajo de la cama, o escondida entre la ropa de invierno. Aparentemente olvidada. Pequeña o grande, es dónde guarda su pasado. Ese pasado.

Contiene objetos, teléfonos o alguna foto de los recuerdos: vagos, nítidos, vergonzosos, decepcionantes, alegres, dulces y fogosos. Ese pequeño espacio donde coexisten tranquilamente todos sus errores: la caja de exnovias.

Harry gastó una de sus preciosas veintisiete horas para recuperarse. Media más, en ir a su hogar. Cuando llegó, fue directamente a su clóset, sin perder ni un minuto más. Sacó la caja, destapó los recuerdos y empezó a buscar esposa. Había decidido que, si tenía que pasar el siguiente lustro de su vida con alguna mujer, tenía que ser alguna que por lo menos le agradara.

—¿Cuántas exnovias tienes? —preguntó Ron, impresionado por la cantidad de fotos.

— Alrededor de 20 —contestó Harry pasando imágenes.

—Empieza por descartar a las ya casadas... o las muy feas —dijo Draco analizando el contenido de la caja con ojo crítico.

—Y por las que te podrían meter a la cárcel —dijo Ron mostrando la fotografía de una joven de no más de quince años.

— Ella fue mi primera novia, hace quince años, Ronald. Trae acá —Harry aprovecho y junto esa foto descartó tres más.

Draco y Ron siguieron descartando, según los años que habían pasado desde la relación, o lo rara que fue la chica durante ella. Aunque estaban justos de tiempo, de cuando en cuando, encontraban una foto u objeto lo bastante curiosos como para preguntar su historia. Así lo hizo Ron, cuando encontró dos fotos con la misma chica.

—¿Un amor verdaderamente intenso? —preguntó el pelirrojo.

—Hermosa chica —dijo Draco, al ver los rasgos de la protagonista.

—Chicas, Padma y Parvati —dijo Harry —Gemelas.

—Aunque en serio espero que hayan sido al mismo tiempo —dijo Draco colocando las imágenes en la pila de descartadas —Demasiado complicado para nuestro propósito.

—Ella parece... —dijo Ron, sosteniendo una foto, mirándola extrañado.

—¿Más masculina que yo? —dijo Harry, tomándola y descartándola sin verla —Millicent Bulstrode. Duramos tres semanas.

—¿Y si le digo a Astoria que te presente a Daphne? —dijo Draco —No tendría inconveniente en recibirte en la familia.

— Ni Daphne en prestarse a la jugarreta con tal de recibir la herencia —dijo Ron, pero fue opacado por los gritos de Harry.

—¿La hermana de tu esposa? ¡Tiene veinte años!

—Es igual de bonita que Astoria —la defendió Draco.

—¡Sigue teniendo veinte años! —gritó Harry.

Al final quedaron siete candidatas. Las cinco novias más recientes y dos que le habían dejado un extraordinario buen recuerdo a Harry.

—¿Y si consideras a mi hermana? —dijo Ron —Es sólo un año menor que nosotros, te llevas genial con ella y es preciosa. Además, me encantaría tenerte como cuñado.

—¿Quieren dejar de ofrecerme a sus familiares? —protestó Harry exasperado.

—Me parece que ya lo hizo —dijo Draco, ignorándolo a Harry y sacando de entre las fotos la imagen de la menor de los Weasley, para mostrársela a Ron.

¡Se busca Novia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora