Cuando más cambian las cosas ( más se mantiene igual)

capitulo 16

No puedes creerle. ¿Cómo podría acusarte de no importarte, de con Penélope? Todo lo que has hecho es cuidar, Dios, te has estado matando por Hope, apenas puedes...

"¡Oye, Jo!"

Pasaste por la mirada despistada y curiosa de MG, chocando directamente con Lizzie, que está justo detrás de él. Intentas actuar como si nunca estuvieras allí, pero ella te hace a un lado antes de que puedas siquiera intentar fingir. Parpadeas tus lágrimas pero ella ya las ha visto. ¿Por qué eres tan sensible a todo?

"¡Josie! ¿Qué pasó?", susurra-grita, tirando de ti a una parada repentina, colocando una mano pensativa en tu antebrazo. No sabes por dónde empezar. ¿Cómo explicas todo lo que ha sucedido en las últimas horas? ¿Cómo puedes explicar la forma en que tus pulmones se sienten como si estuvieran colapsando? ¿Cómo puedes siquiera comenzar a describir el rápido latido de tu corazón, el hormigueo justo debajo de tu piel en todos los lugares donde Hope te tocó? Está muy mal, pero no puedes evitar que tus pensamientos permanezcan, no puedes detener tu cuerpo traidor, no puedes detenerte.

"Oh, Dios mío. ¿Son esos chupetes?" Lizzie casi grita, y no puedes creer que te hayas olvidado de cubrirlos. Colocas una mano casualmente contra la pared detrás de ti, desviando magia y realizando un hechizo de glamour para borrar las marcas en tu cuello.

"No", lo niegas demasiado rápido, y Lizzie entrecierra los ojos hacia ti. "Está bien, sí. Pero déjame explicarte...".

"No puedo creerte", lizzie la corta. "Solo han pasado un par de horas desde que te abandonó. Pensé que estábamos de acuerdo, querida hermana mía, en que no volverías arrastrándote hacia Satanás en el momento en que ella te agitara la falda".

" Lizzie", haces una mueca, y Lizzie pone los ojos en blanco. La familiaridad de esto es una distracción bienvenida, y te permites olvidarte de Hope Mikaelson.

"Eres tan mojigata, Jo", dice, arrugando la nariz antes de sonreír casi con orgullo a tu cuello, ahora inmaculado. Te sonrojas de rojo. "En realidad, tal vez no".

Te preguntas si se vería tan orgullosa si supiera exactamente quién te dio las marcas. Has hablado con ella vagamente sobre Hope y la situación antes, pero no lo suficiente como para que ella sepa todo el alcance de la misma. Solo le dijiste que el tribrid había estado perdiendo el control, y aparte de eso, ella es completamente inconsciente. Las únicas personas que conocen los verdaderos detalles son Alaric, el Sr. Williams y usted.

"De todos modos, hablaremos de esto más tarde", te señala Lizzie de una manera precisa. "Papá me convocó por cualquier razón. Supongo que Hope está teniendo problemas de lobo de nuevo. Uf."

Le dices adiós y ella te deja parado allí. En realidad, no tenías ninguna dirección o área a la que hubieras planeado ir cuando saliste de la habitación, así que ahora te sientes un poco perdido. Sin embargo, estás demasiado avergonzado para volver, así que decides pasar el rato en la cocina, bebiendo varias bebidas frías, tratando de refrescarte.
Estás demasiado caliente y tu piel se siente como si hubiera sido frotada cruda de una manera terriblemente incómoda. Tu mente está nublada con pensamientos de la última hora, incapaz de escapar de la sensación de las manos y la boca de Hope. Se queda en tu cabeza como una niebla pesada, y descubres que no puedes pensar con claridad. Es curioso cómo no has podido dejar de pensar en ella, piensas. Y luego estaba Hope, que actuaba como si no pudiera recordar lo que sucedió, cuando todo lo que querías era olvidar.

Pero, ¿realmente querías olvidar? Parece tan fácil desearlo, pero no puedes evitar memorizar la sensación de sus labios contra los tuyos, no puedes evitar recordar la posesividad de sus manos contra su piel. Como si fueras de ella. Sacudes la cabeza, como si eso pudiera disipar los pensamientos que corren desenfrenados en tu mente.