Capitulo 2. Una diva per-fect.

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Estaba en la banda del equipaje esperando ver pasar mi maleta tipo bolso de color café claro, pero al verla de nuevo me di cuenta de que era de un marrón algo fuerte, casi obscura, me estaba volviendo loca o solo era daltónica.

Subí a un taxi donde le di el papel con la dirección y unos 35 minutos después ya estaba fuera de la casa de mi padre, era muy bonita y algo grande. Vivía solo a causa de que todo el día estaba en el trabajo, razón por la cual mi madre lo dejo.
Nunca fue un padre amoroso o cariñoso conmigo pero me apoyaba en lo que necesitaba, como ahora en mi repentina mudanza.

Toque el timbre una, dos, tres veces y no me abría nadie, era horrible lo único que quería era estar en mi habitación comiendo papas fritas y viendo South Park.
Estuve ahí, fuera de esa casa durante un largo tiempo, gracias a Dios que no me raptaron o algo así, ya estaba obscureciendo y cuando creía que dormiría en la calle un auto se acerco dejándome segada por las luces. Era mi padre obviamente.

-Oh Summer lo siento tanto, tenía unos negocios que atender- me dijo mientras bajaba de su auto, hermoso por cierto.

-Lo importante es que ya llegaste- dije cansada levantándome de ese lugar tan incomodo.

-Para compensar todo esto te llevare a tu lugar favorito de comida rápida.-

-Acepto, pero solo por que muero por unas papas fritas.- dije mientras entrábamos a su casa o tal vez mi casa o de ambos, hay no importa, era una casa una gran sala con una pantalla gigante oh si bebe ya quiero estar frente a ti.

-Antes de ir a cenar quisiera ir al baño y a la que será mi habitación.-

-Si claro, sígueme.- subimos las escalas y pasamos algunas puertas, la ultima puerta del pasillo era mi habitación, una cama al centro, un armario muy grande y su propio baño, todo combinaba muy bien y se veía linda.

-Te dejo sola para que te acomodes, te esperare abajo.- concluyó serrando la puerta detrás de el.

Después de hacer mis necesidades o regar el arbolito, me dispuse a sacar algo para abrigarme de mi única maleta.

-!Pero que mier...¡ Esta no es mi maleta.- por algo mi maleta no se veía como antes.

Solo veía ropa de hombre y una que otra cosa personal, al parecer esta maleta es de un gay o de una diva per-fect había muchas cosas para el cabello como una secadora, ligas sombreros y muchas bandanas de todos los estilos, no quería tocar nada por que no quería que alguien tocara las cosas de mi maleta.

-!Mi maleta¡- ¿donde estará mi maleta

Puede ser que siga en el aeropuerto o peor aun que un loco la encontrara y ahora mismo tenga mis calzoncillos del hombre araña en la cabeza y no quiero imaginar en que cabeza.

También puede que la tenga el chico bandana. Necesito investigar, no quería revolver las cosas ajenas a mi pero tengo que saber de quien es esta maleta.
Según la etiqueta que le ponen a todas las maletas en el aeropuerto, con el número de vuelo, el nombre y esas cosas, esta maleta pertenecía a un tal Harry Styles.

Comencé a sacar cada prenda y accesorio para el cabello con todo el cuidado del mundo como si se tratará de la mismísima reina de Inglaterra, lose tengo un trauma con ella, en busca de alguna pista o un indicio para saber una dirección o algo que me llevara hasta ese tal Harry.

Nada, esto era frustrante, mañana entraba a la universidad y la única ropa que traía conmigo, por lo menos de mujer, es la que traigo puesta. Ya me veo, toda mi carrera universitaria con un short de lentejuelas plateadas, una blusa negra y unos botines, moriré de frío antes de encontrar mi maleta.

-Summer, si no quieres ir a MC'Donals puedo pedir una pizza.- dijo mi padre detrás de la puerta de la habitación.

Había tardado demasiado haciéndola de detective, es obvio que no sirvo para eso.

Le abrí la puerta a mi padre pero impidiendo el paso a la habitación, no quería que viera que traje ropa de hombre para comenzar una nueva vida como le había dicho, creerá que su pequeña princesa se convirtió en un princeso obsesionado con las bandanas.

-Si prefiero una pizza padre, no tengo ganas de salir, estoy muy cansada y mañana inicio la Universidad.- el me miro algo confundido pero finalizó por asentir y darme un abrazo extraño, nunca lo hacia.

-Estoy feliz de que estés aquí.-

-Yo igual.- dije al finalizar el abrazo.

-Bien te vendré a buscar cuando llegue la pizza.- sin decir mas se fue y yo enseguida serré la puerta, se porto muy extraño al verlo por primera vez después de 5 meses ni siquiera me pregunto como estaba o si había salido bien el viaje y ahora de la nada me abraza y le alegra que esté aquí. Y dicen que las mujeres son las complicadas.

No sabia que hacer, ¿que changos me voy a poner mañana? No podía ir con la misma ropa que traigo puesta, aparte de que esta sucia es demasiado veraniega para esta ciudad. Ni siquiera traía un suéter conmigo.

-Summer la pizza esta aquí.-

Después de cenar fui directo a dormir, había sido un mal día o tal vez una mala vida.

18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora